Las milicias palestinas e Israel acuerdan un alto el fuego, uno más

Israel y las milicias palestinas de Gaza llegaron ayer a un acuerdo de alto el fuego tras una jornada de lanzamiento de cohetes desde la Franja y bombardeos sionistas después de la muerte del preso de la Yihad Islámica Khader Adnan tras 86 días en huelga de hambre en la cárcel israelí de Nitzan.

Las milicias palestina de Gaza e Israel acordaron ayer un alto el fuego, según informaron fuentes palestinas, poniendo de este modo fin a una intensa jornada de enfrentamiento armado entre ambas partes tras la muerte del preso de la Yihad Islámica Khader Adnan después de 86 días en huelga de hambre en la cárcel de Nitzan.

Como respuesta a la muerte de Adnan se lanzaron más de cien cohetes desde Gaza contra objetivos israelíes, mientras que el Ejército sionista bombardeó el bloqueado territorio. Es una práctica habitual, que suele concluir con un alto el fuego como el alcanzado ayer tras la mediación de Egipto, Qatar y la ONU. Hasta la próxima.

El Ejército israelí no confirmó oficialmente el alto el fuego, pero sí que se dirigió a los habitantes de las ciudades cercanas a Gaza para señalarles que podían volver a su rutina, anulando la orden de permanecer cerca de los refugios antiaéreos.

Tras sonar de forma incesante desde la mañana del martes, las sirenas de estas comunidades se activaron por ultima vez sobre las 5.30 de la mañana de ayer (4.30 en Euskal Herria), mientras que el último bombardeo israelí sobre Gaza tuvo lugar casi dos horas antes.

UN MUERTO EN GAZA

El Ministerio de Sanidad gazatí confirmó ayer que Hashel al-Shawarka, un hombre de 58 años, murió y otros cinco resultaron heridos como consecuencia del impacto de metralla durante los bombardeos israelíes, que según el Ejército sionista tuvieron como objetivo «campos de entrenamiento, fábricas de armamento, almacenes de armas, túneles y bases militares pertenecientes al movimiento islamista Hamas», que gobierna en Gaza.

Un portavoz militar precisó además que un total de 104 proyectiles fueron lanzados desde Gaza desde la manaña del martes, de los cuales 24 fueron interceptados por el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro, catorce explotaron dentro de la Franja, once cayeron al mar y 48 impactaron en áreas despobladas dentro de Israel. Uno de estos cohetes impactó el martes en una fábrica de la ciudad de Sderot, lindante con Gaza, hiriendo a tres trabajadores de origen chino, uno de los cuales permanece hospitalizado en estado moderado.

Se traya del mayor ataque desde Gaza en lo que va de año, y el mayor desde la escalada de tres días en agosto del año pasado entre el Ejército israelí y la Yihad Islámica palestina.

La Cámara de Operaciones Militares Conjuntas de Gaza, que concentra a las principales milicias de este territorio palestino, se atribuyó los disparos de cohetes y explicó que fueron en respuesta a la muerte el martes del preso Khader Adnan, miembro de la Yihad Islámica, tras 86 días en huelga de hambre en una cárcel israelí desde su detención el pasado mes de febrero.

Israel demuele las viviendas de dos milicianos palestinos

El Ejército israelí demolió a primera hora de ayer las viviendas de dos milicianos palestinos que llevaron a cabo dos ataques el año pasado en Cisjordania que se saldaron con la muerte de cuatro israelíes.

Según señaló el Ejército sionista en sus redes sociales, las viviendas derruidas pertenecientes a Ynis Hilan y Mohammed Suf.

Asimismo, indicó que durante la demolición de la vivienda de Suf varias personas lanzaron piedras contra los militares, «que han respondido con medidas de control de manifestaciones». En las inmediaciones de la vivienda de Hilan también se lanzaron piedras y fuegos artificales.

A Hilan se le atribuye la muerte del colono Shalom Sofer en octubre de 2022, mientras que a Suf se le responsabiliza de la muertes de tres colonos cerca de la colonia de Ariel. GARA