Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
BEAU TIENE MIEDO

El viaje a ninguna parte

Saludado como uno de los nuevos impulsores de cine de terror de autor, Ari Aster ha querido rizar el rizo de lo inverosimil partiendo de un argumento que ya trató en sus inicios y mediante un cortometraje que llevaba por título “Beau”.

Un breve esbozo de lo que plantea el cineasta estadounidense en esta ocasión, pero que elevado al cubo del riesgo, se acaba perdiendo en un remolino de ideas y plasmaciones visuales que echan por tierra su interesante premisa inicial.

Aster también tenía claro que esta su nueva película no admitía medias tintas, es decir, o la adoras o la temes -en el peor sentido de la palabra-, y a título personal tengo que reconocer que debo inscribirme en esta última corriente, y tras tener a Aster como un cineasta apasionante.

La familia vuelve a estar presente en este mareante viaje iniciático y vital protagonizado por un muy esforzado Joaquin Phoenix, el cual debe asumir el peso dramático de un personaje complejo y marcado por la sombra de su madre. En ese sentido, “Beau tiene miedo” sigue la estela de sus anteriores “Hereditary” y “Midsommar”, y mantiene el interés gracias a una extraña fusión de comedia negra o sicotrópica con reminiscencias de directores como Fellini.

LA SOMBRA MATERNA

Todo ello se concreta en el diseño del extraño barrio que habita el protagonista, el cual se verá en la tesitura de tener que abandonar la seguridad de su hogar por culpa de una llave desaparecida que le impedirá acceder a su refugio.

Hasta entonces, el filme corría parejo a lo que el director planteó en su ya mencionado corto y lega en el espectador un interés que salta por los aires en cuanto la ruta del filme se torna errante, caprichosa y hermética, y que deriva en un final muy decepcionante.