El Tribunal Superior de Islamabad concedió ayer la libertad bajo fianza durante dos semanas al ex primer ministro Imran Khan, un día después de que el Supremo de Pakistán calificase de ilegal la detención del líder opositor, que derivó en una ola de protestas con miles de partidarios exigiendo su liberación, y en las que murieron ocho personas y más de 1.600 fueron detenidas.

En una audiencia de varias horas celebrada bajo un fuerte operativo de seguridad, Khan, acusado de corrupción y que tiene abiertos otros procedimientos judiciales por distintas acusaciones en varias provincias del país, también logró obtener una fianza preventiva que evitará que sea arrestado por cualquier otro de los casos hasta el 17 de mayo. La Policía del estado oriental de Punjab se había trasladado precisamente a las afueras del tribunal para volver a detenerle por otros casos relacionados con incitación al vandalismo o a quemar la casa de un comandante de las fuerzas de seguridad el día de su arresto.

Antes de conocerse la concesión de las fianzas, el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, ya se había mostrado crítico con la postura del Supremo, asegurando que había favorecido a Khan otorgándole una «amnistía». «Dejamos que esto sea la ley de la selva», señaló, advirtiendo de que todo el país soportará las consecuencias.

La formación de Khan, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), anunció una manifestación pacífica en Islamabad, a la que estaba previsto que se uniera el líder opositor, pero las severas medidas de seguridad en la capital impidieron el desplazamiento a muchos de sus seguidores.

En respuesta, el PTI llamó a continuar con protestas hasta que Khan se encontrase en un lugar seguro.

El ex primer ministro denunció que fue «secuestrado y retenido por la fuerza» en la sede del tribunal de Islamabad, que finalmente abandonó ya en horas de la noche paquistaní rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad debido a varios tiroteos registrados en la zona. Kahn advirtió de protestas masivas en caso de ser detenido de nuevo, mientras el PTI denunció que su retención y las trabas a su equipo de seguridad antes de ser puesto en libertad.