M.I.
ALICE, CARIÑO

El maltrato sicológico no deja rastros

Hasta ahora Mary Nighy, hija del actor británico Bill Nighy, era conocida por haber actuado para Sofia Coppola en “Maria Antonieta (2006), y por un par de realizaciones televisivas. Dejando atrás sus probaturas como actriz, debutaba en el festival de Toronto con su primer largometraje tras la cámara “Alice, Darling” (2022), que es una producción de Anna Kendrick, motivada por la necesidad de encontrar de forma independiente papeles dramáticos, ya que en Hollywood solamente le ofrecen comedias.

La ópera-prima de Mary Nighy contiene la originalidad de, en lugar de hablar de la violencia de sexo explícita, centrarse en el maltrato sicológico, mostrando cómo a menudo es muy difícil de diagnosticar por parte de la víctima, confundiéndolo con una forma de amor apasionada, que en realidad terminará revelándose posesiva.

La protagonista no es consciente de la sutil dominación que sufre por parte de su novio, hasta que comparte unas vacaciones con sus amigas para celebrar su cumpleaños. Le miente a él por miedo, y le dice que se va de viaje de trabajo, lo que provocará una vigilancia y una reacción condenada a evidenciar lo tóxico de una relación sostenida por el autoengaño.