Poco antes de empezar la campaña su Gobierno anunció la licitación de un concurso de ideas para definir el futuro diseño de Punta Zorrotza. Además de viviendas y zonas verdes, el PNV apuesta por un centro audiovisual con estudios de rodaje. ¿Hay esa demanda?

En los últimos años se han rodado varias películas en Bilbao, entre ellas ‘El Hoyo’. Además, se nos han ido acercando diversas productoras demandando espacios para rodaje, por lo que vemos la posibilidad de desarrollar una industria cinematográfica. Hemos hecho un estudio de viabilidad, y vemos que es viable. Además, en cuanto la Diputación ha visto lo que estábamos haciendo, también se ha interesado por el proyecto. Iremos viendo la dimensión del proyecto y si tiene que abarcar todos lo pabellones o la mitad, pero creemos que estamos ante una gran oportunidad que va a suponer que Bilbao, además de ser un lugar para rodar en la calle, sea un lugar para generar industria cinematográfica. Y eso en definitiva es generar empleo y desarrollo económico.

Punta Zorrotza y Abando se sumarán a Zorrotzaurre como zonas donde pivotará el desarrollo del futuro Bilbo. ¿Desde las instituciones hay un plan estratégico concreto? ¿O, como en Zorrotzaurre, está todo supeditado a las inversión que quieran hacer las constructoras y empresas privadas?

Además de esas zonas que has citado, también estarían Olabeaga y Elorrieta. Bueno, yo creo que en Zorrozaurre ha habido una inversión privada importante, pero también la inversión pública ha sido muy importante. Toda la urbanización es inversión pública, las tres universidades privadas que hay en estos momentos han contado con inversión pública y hay todo un proceso de generación de energía, a través de geotermia y de aerotermia, que es inversión pública. También los tanques de tormentas y la subida del petril de la ría para evitar la inundabilidad es inversión pública. A partir de ahí, también va a haber equipamientos públicos en Zorrozaurre, como centros educativos, que darán servicios para la gente que va a vivir ahí.

En Abando todavía está por dilucidar. En el ámbito residencial, en estos momentos se plantean unas 1.000 viviendas y un gran parque central. Pero también habrá un espacio para el desarrollo económico. Lo importante de esta zona es que desaparezca la brecha ferroviaria existente para unir y permeabilizar los barrios de Abando y Bilbao La Vieja. Además, la ciudad ganará en competitividad al tener el TAV.

La preocupación por la habitabilidad en las grandes urbes cada vez es mayor. En algunas ciudades como Barcelona, Copenhague, Berlín o París ya han empezado a tomar medidas ambiciosas. Da la sensación que Bilbo va demasiado tarde. ¿Qué otras actuaciones tiene previstas?

Primero hay que ver cuál es la idiosincrasia de cada ciudad. Bilbao es una ciudad pequeña, con 42 kilómetros cuadrados y donde una parte importante son laderas de monte. Es una ciudad que prácticamente se recorre a pie de punta a punta y donde tenemos un transporte público que cohesiona la ciudad de manera extraordinaria.

Aun así, está ya muy construida y densificada, y requiere aspectos de mejora. El tranvía ya ha llegado hasta Bolueta, y en el siguiente mandato habrá una estación en el paseo de los Caños que dará servicio a La Peña. Con respecto al Metro, falta que llegue a los barrios del sur. Por eso apostamos por una línea 4 de metro que pase por Zorrotza, soterrando las vías de FEVE, y vaya hasta Abando pasando por Irala y Rekalde.

Además, hemos sido la primera gran ciudad en adoptar el límite de velocidad 30km/h. Fue una decisión arriesgada y polémica que a día de hoy todo el mundo agradece. También hemos apostado por las semipeatonalizaciones en diferentes calles de la villa.

Desde el 1 de enero la Ley Sobre el Cambio Climático obliga a Bilbo a habilitar una zona de bajas emisiones en el centro. ¿Cuándo y cómo se piensa llevar a cabo?

Estamos trabajando en ello. Bilbao ya tiene una zona prácticamente de bajas emisiones: En el Casco Viejo no se puede entrar con el coche, e incluso los vecinos tienen limitado el acceso. Hay que hacer una ordenanza y definiremos en Bilbao una zona de bajas emisiones cumpliendo con la ley como hacemos siempre. Creo que para el año que viene ya podría estar en funcionamiento.

En enero firmaron un protocolo para facilitar la actividad empresarial en la ría de Bilbo. ¿Qué tipo de proyectos quiere el PNV aquí?

El destino de la ría lo iremos definiendo, y una de las cosas que planteamos en el siguiente mandato es un plan de usos. Yo veo la ría como un lugar para actividades deportivas y de ocio fundamentalmente. Pero no renuncio a que pueda haber un servicio de transporte en un futuro. Ya hay algunas empresas que se han interesado, y han solicitado, sobre todo, pantalanes.

En la precampaña se le ha visto ir a los barrios de la ciudad, sin embargo no accedió a que la Federación de Asociaciones Vecinales le comentase sus problemas y propuestas en una reunión. ¿Por qué no quiso reunirse?

Además de hacer visitas de barrios, he hecho encuentros en cada distrito, donde han estado invitadas todas las asociaciones de esos distritos. Ha habido algunas que han acudido, y otras que no. Si yo he hecho esa invitación a unas reuniones abiertas, no entiendo que luego haya que hacer una reunión específica con una federación de asociaciones, que por cierto no aglutina a todas.

Sin negar la importancia que el turismo tiene para Bilbo y Bizkaia, no es menos cierto que el modelo actual crea problemas, como la masificación en el Casco Viejo o la subida de los precios de los alquileres. ¿Propone alguna acción para reducir este problema?

Nosotros creemos que, de momento, el modelo de turismo que tenemos en Bilbao es sostenible. Actualmente no genera gentrificación, y está bastante equilibrado. Por ello, de momento, no necesitamos cambios. El turismo supone un 7,5% de nuestro PIB. Si en el futuro vemos que surgen problemas, tomaremos las medidas que veamos necesarias.

La vivienda es otro de los temas que preocupa. ¿Cómo ve la nueva Ley de Vivienda? ¿Contempla el Ayuntamiento construir viviendas de alquiler social?

Con la nueva Ley de Vivienda veo que hay una enorme injerencia competencial. Para mí el autogobierno es muy importante, porque siempre ha supuesto bienestar. Hemos llegado hasta aquí gracias a nuestro autogobierno; si para algunos no es importante, ellos verán. Estoy de acuerdo con poner un tope al precio de los alquileres, pero para eso no es necesario una injerencia de competencias. Se podría haber hecho una modificación en la Ley de Arrendamientos Urbanos para poner un tope. Aquí ya estamos tomando medidas, y Bilbao tiene el mejor ratio del Estado en viviendas de protección oficial.

Aun así, hay que seguir tomando más medidas, y a mí me gustaría que las nuevas viviendas que se hagan sean de alquiler. Yo tengo dos hijos y se qué dificultades tienen los jóvenes para poder emanciparse. Hay muchos que están trabajando y con su sueldo no les llega para conseguir una vivienda en el mercado. Ahí también hay que tomar medidas, porque, para mí, la mejor política de vivienda es generar empleo digno y bien pagado. Eso es lo que necesitan los jóvenes.

Usted es el alcalde que más cobra en el Estado (115.299 euro anuales), por encima de alcaldes de ciudades como Barcelona o Madrid que superan por 3.000 y 5.000 millones el presupuesto municipal de Bilbo. ¿No le parece exagerado?

Sin duda, mi sueldo es un sueldo bueno, pero me lo gano. Hago muchísimo esfuerzo al día para merecer ese sueldo. Además, no creo que tenga que haber un gran debate en eso. Yo creo que un alcalde, un diputado general o un lehendakari tiene que estar bien pagado.