Arnaitz GORRITI
GASTEIZ
LIGA ACB

Saski Baskonia pende de un hilo tras recibir de su medicina

El Joventut rompía el factor cancha fruto de un gran Kyle Guy, autor de 36 puntos y 9 triples, y los errores de un cuadro gasteiztarra que siempre fue a remolque en pos de una remontada que no llegó.

La maraña del Joventut acabó ahogando a un Baskonia que siempre fue a remolque.
La maraña del Joventut acabó ahogando a un Baskonia que siempre fue a remolque. (Raúl BOGAJO | FOKU)

Es verdad que el Joventut de Badalona eliminó a Saski Baskonia de la Copa y que en la Fase Regular, estuvo a punto de ganar en el Buesa Arena. Pero nadie hubiera podido imaginar que los verdinegros, con la ausencia de Pau Ribas y recuperando a Ellenson a marchas forzadas, pudiera imponerse en Zurbano, dejando a los de Joan Peñarroya al borde de la prematura eliminación de los play-offs de la Liga ACB.

Pero claro, tampoco nadie hubiera pensado que Kyle Guy anotara 36 puntos, con 9 triples en su casillero, y muy bien secundado por Brodziansky, Joel Parra y Andrés Feliz. Es que empequeñeció los 28 tantos de un Markus Howard que, después de un arreón empezado por Sedekerskis, intentó creer en la victoria, un triunfo que se resistió y se escapó de forma amarga, porque la Penya se disfrazó del Baskonia...

Un Baskonia que pende de un hilo para sobrevivir en esta temporada 2022/23. El martes, a partir de las 21.00, llegará el match ball en contra de los gasteiztarras. Ojalá esta serie retorne al Buesa Arena el sábado que viene.

Sorprendió Joan Peñarroya al descartar a Max Heidegger para hacer espacio a Giedraitis. Pero eso solo sorprendió un poco menos que un quinteto titular con Markus Howard, Matt Costello y Steven Enoch. Y quizá ahí se gestó la derrota.

Tras el 3-0 de Howard, el marcador se puso con un 5-15 por el que nadie hubiera apostado entre Guy, Parra y Brodziansky, con un Darius Thompson superado. Pero eso no era lo peor al final del primer cuarto. Había que frotarse los ojos, porque el marcador se había puesto 16-28.

Esta desagradable sorpresa enturbió el gran ambiente del Buesa Arena, así como a un arbitraje algo extraño, pitando de forma quisquillosa en algunas acciones y obviando faltas claras justo después. Con todo, tras verse con 15 puntos de desventaja, 25-40, los alaveses conseguían un parcial de 10-0. Pero la Penya replicó con una bandeja de Andrés Feliz y una antideportiva más que rigurosa que Ante Tomic que arrancó sobre Markus Howard, volviendo a tensar el ambiente.

RÉPLICA CONTINUA

Tras llegar al receso con 39-48, Saski Baskonia quiso encontrar el camino del triple, pero solo le valió para impedir la escapada de la Penya, que volvía a tener el acierto de Brodziansky, Joel Parra y el sempiterno Kyle Guy, aparte de ir sumando faltas a la cuenta del cuadro local.

Todavía estaba todo por decidirse, pero la frustración empezó a hacer mella. Con 56-65, regresaba Markus Howard, pero el escolta baskonista no logró en esos minutos zafarse de los marcajes verdinegros, mientras que la Penya supo jugar con esos nervios y sumar desde la línea de tiros libres. Un gancho de Birgander elevó la cuenta catalana a 15 puntos, 60-75, luego de un parcial de 4-10, y aunque todavía quedara todo un cuarto por jugarse, las malas sensaciones pasaron a hacerse carne.

TARDÍA REMONTADA

El Joventut tenía el duelo bajo control, pero justo al final llegó el arreón del Baskonia, pasando del 75-90 al 87-92.

Sedekerskis prendió la mecha y Markus Howard quiso disfrazarse de héroe. El escolta, tirándose sobre Parra, volvía a encestar hasta irse a los 28 puntos. La Penya, tratando de ganar tiempo, conseguía ir a la línea de tiros libres tras una falta discutible de Thompson a Feliz.

Con todo, pese al acierto del dominicano, la remontada parecía posible... hasta que a falta de 51 segundos, con 89-94 en el marcador, Saski Baskonia perdía el balón en un saque de fondo. Fue Darius Thompson, en su peor partido de la presente campaña.

Con el partido decidido, llegó la impotencia de Giedraitis, que se encaraba con Tomic. El último intento de Howard ya no entraba, siendo Brodziansky y Parra quienes le ponían el último clavo a una derrota amarga por inesperada. El “match ball” del martes es inexcusable.