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UEFA WOMEN’S CHAMPIONS LEAGUE

El Barcelona sufre y disfruta como nunca para reconquistar Europa

El Wolfsburgo se fue al descanso con dos goles de ventaja pero en un inicio arrollador del segundo tiempo las catalanas voltearon el marcador. Es el segundo título de Champions League para el Barcelona, que empata con las alemanas en el palmarés.

Irene Paredes levanta el trofeo de campeonas rodeada por sus compañeras. (Simon WOHLFAHRT | AFP PHOTO)

El Barcelona vuelve a reinar en Europa. Sufrió como nunca en un primer tiempo marcado por la eficacia del Wolfsburgo, que se fue con dos goles de ventaja al descanso. Pero también disfrutó como nunca en una segunda parte que comenzó de forma arrolladora para voltear el marcador y acabar conquistando la Champions League dos años después de hacerlo por primera vez. Alcanza en el palmarés al propio Wolfsburgo, que enlazó dos títulos hace una década pero que ha caído en las cuatro finales que ha disputado desde entonces.

Y vaya si lo vieron cerca las alemanas. El Barcelona encaró el partido como siempre, mandón y ofensivo, y en menos de un minuto ya había disparado dos veces a puerta. Pero acertó el Wolfsburgo, que en el minuto tres forzaba el error de Bronze junto a su área y Pajor le robaba el balón para hacer el 0-1 con un zapatazo desde el semicírculo.

Se le aparecieron los fantasmas al Barça, que un año antes también encajaba rápido, en el seis, ante el Olympique en una final que se decidió en media hora. Claro que el Wolfsburgo no es el campeón francés y aunque, curiosamente, era el único equipo que no había perdido un solo partido en esta edición del torneo, era difícil no recordar los dos goles de ventaja que desperdició en su campo en el partido de ida de semifinales frente al Arsenal, que acabó en empate. Tampoco el Barcelona es el de Turin, precisamente por lo que aprendió en aquel partido, y supo afrontar la situación sin venirse abajo.

El problema es que todo lo que intentó fue en balde. El Wolfsburgo, reforzado con la ventaja, apretó filas y, sobre todo, neutralizó a Graham Hansen. Incluso sin la noruega, las catalanas tienen recursos ofensivos suficientes y todos los dirigieron a la portería de Frohms. Pero les costó encontrar huecos y cuando los forzaron, les faltó acierto, con lo que los minutos fueron transcurriendo sin que pudieran neutralizar su desventaja.

Aumentó, de hecho. A ocho minutos del descanso, las lobas cruzaban la divisoria por tercera vez desde el pitido inicial, con una buena transición que culminó con el cabezazo de Popp para hacer el 0-2. Aunque ni así se rindió el Barcelona y pese a que incluso en la última acción previa al descanso tuviera una de sus ocasiones más claras de la primera parte, era difícil pensar que a su rival se le pudera escapar el título.

Una sensación que se esfumó nada más comenzar la segunda. En cuatro minutos, la alianza Graham Hansen-Patri Guijarro restableció el empate y el partido se acabó para el Wolfsburgo, que no solo no tuvo un plan B para amoldarse al nuevo escenario, sino que tampoco fue capaz de mantener el inicial. Le entraron las dudas, la telaraña defensiva se destensó y las atacantes culés se liberaron. También Graham Hansen, que ahora sí jugó a sus anchas.

Pese a lo ajustado del marcador, que no consiguió ampliar, el Barça pudo disfrutar ahora con su fútbol y, finalmente, con un título que le confirma como el mejor equipo de Europa, por si alguien lo dudaba.