Mikel INSAUSTI
LAS CÍCLADAS. ESCAPADA DE AMIGAS

La una canta, la otra no

Me he permitido utilizar en el encabezamiento el título traducido de una película de la maestra Agnès Varda, simplemente para reflejar que “Les Cyclades” (2022) es una historia de amistad femenina sobre dos mujeres de caracteres opuestos. Pero el homenaje cinéfilo apunta en otra dirección, en la del otrora gran cineasta Luc Besson, que en sus comienzos nos regaló una obra tan irrepetible como “Le grand bleu” (1988). Marc Fitoussi recupera a tal fin la banda sonora compuesta para aquella película por Eric Serra. Cualquiera que la viera en su momento soñó con visitar la isla de Amorgos donde se rodó, en el mar Egeo, con sus aguas transparentes y el azul intenso allí evocado. Desde entonces el turismo procedente del Estado francés se ha volcado en Las Cícladas como destino ideal. Una moda que no pasa y a la que se apuntan las amigas Blandine (Olivia Côte) y Magalie (Laure Calamy), animadas por el hijo (Alexandre Desrousseaux) de la primera.

Y es que Blandine es una persona de las que necesitan del apoyo ajeno y en especial en el mal momento que está atravesando tras su divorcio, del que no se recupera. Su hijo cree que el reencuentro con su vieja amiga Magalie, de la que se distanció, le vendrá bien, porque ella es todo lo contrario, siempre alegre y optimista. Cuando lleguen a su destino vacacional se les unirá Bijou (Kristin Scott Thomas), que reside en las islas desde hace veinte años con un nativo (Panos Koronis).

La amiga británica que completa el trío sirve también como mujer inspiradora, ya que se enfrenta a la enfermedad con una actitud muy positiva, siendo un poco la que equilibra la relación entre las en teoría incompatibles Blandine y Magalie. Ambas han cambiado, cada cual por su lado, y el paso del tiempo ha acentuado las diferencias. Pero Blandine podrá recuperar la serenidad y el interés romántico.