Que el PSN-PSOE sea un partido que busque alianzas políticas, no ya de izquierdas, sino progresistas, no concuerda con su actitud de posibilitar gobiernos municipales de derecha.

Un partido progresista que piense en el bienestar y derechos de la mayoría de los ciudadanos no puede dar la espalda a quienes, en cualquier espacio electoral, han dado mayoritariamente su confianza a otra fuerza de izquierdas, regándole a esta el derecho a ostentar la máxima representación institucional.

El argumento utilizado por la candidata socialista al Ayuntamiento de Iruña pone a su partido en una posición abiertamente enfrentada a decenas de miles de navarras y navarros que se sienten de izquierdas, defienden nuestra lengua y cultura y aspiran a ganar a la mayoría de la población para recuperar el estatus del Estado nabarro.

Porque situarse en el rechazo de quienes tenemos esa conciencia y sentimiento de pertenencia a un pueblo es volver a situarse en el espacio de la derecha que ha compartido durante decenas de años con UPN.

Hacer referencia al pasado de una parte de quienes hoy forman EH Bildu para negar el derecho de sus votantes a que puedan acceder a alcaldías también la situaría al lado de esa rancia derecha, rompería con la imagen de progresismo que tratar de dar.

Solo le falta para identificarse totalmente con ella, hacer referencia a ese pasado cada vez más lejano, tratando de escribir historias de buenos y malos, tapando la responsabilidad que su partido ha tenido en el sufrimiento que se ha generado en la sociedad de Euskal Herria bajo distintos gobiernos del Estado, incluidos los del PSOE.

Reivindicarse como la única izquierda es también tratar de ocultar el apartheid que durante décadas se ha aplicado en el terreno laboral a quienes se situaban a su izquierda y/o aspiraban a un estatus diferente para Nabarra, creando situaciones de sufrimiento que no por estar más ocultas dejaban de existir.

Algunos me podrán decir que ahora hay que mirar al futuro, que hay que dar paso a la convivencia. Tienen razón. Yo también opino así. Pero para ello hay que tratar al rival con respeto y en pie de igualdad. Yo no le pido al PSOE que olvide el pasado como yo tampoco lo olvido, pero si queremos caminar y crear un futuro donde la convivencia sea una realidad incuestionable no podemos escribir ni el presente, ni el pasado según lo que políticamente nos convenga en cada momento, aunque nos lo digan los dirigentes por oportunidad política del momento.

Somos muchos los votantes de EH Bildu que pensamos que quien presida el próximo Gobierno de Nabarra no depende de EH Bildu; que depende del PSOE y su actitud para con EH Bildu, depende de que le reconozca su legitimidad para recibir su apoyo y del resto de fuerzas de izquierdas para situarse al frente de las instituciones cuando sea la fuerza de izquierdas más votada.

De no ser así, el PSN sería el único responsable de dar el Gobierno de Navarra a la derecha o llevar a Navarra a un nuevo proceso electoral.