Sensación de frustración al no alcanzar el objetivo

La ilusión generada al marcharse al Mundial en puestos de Champions ha terminado con una dolorosa decepción debido al desplome en el tramo final.

El Athletic se ha vuelto a quedar fuera de los puestos europeos por sexta temporada consecutiva en La Liga. Otra cosa será lo que pueda resolver la UEFA, si sanciona a Osasuna o Barcelona. Aunque no se puede obviar que en esta fase se ha ganado una Supercopa y se han disputado dos finales de Copa, sería el periodo más largo en las historia rojiblanca sin disputar competiciones internacionales. Además, no se ha alcanzado el objetivo marcado por el club en pretemporada.

Tampoco se ha conseguido dar un paso adelante con respecto a la anterior campaña. El conjunto rojiblanco ha acabado en el octavo puesto, el mismo que la anterior temporada, y no ha podido superar las semifinales de Copa, como el año pasado. Valverde ha conseguido 51 puntos, cuatro menos que Marcelino.

Cualquiera firmaría poder disputar la vuelta de unas semifinales en casa y pelear por los puestos europeos hasta la última jornada las próximas temporadas. Sin embargo, la sensación que impera en el ambiente es de frustración y decepción. El equipo ha dejado escapar una ocasión inmejorable y le ha penalizado la falta de acierto en las áreas.

El Athletic ha recibido más goles que el curso anterior y ha cometido errores gruesos que han costado derrotas. Las bajas de Iñigo Martínez y Yeray han influido en ese aspecto. Al igual que en otras campañas, al Athletic le ha faltado acierto en ataque. En muchos partidos ha generado más ocasiones que el contrario, pero ha acabado perdiendo.

En este sentido, los resultados cosechados en San Mamés han sido un drama al cosechar ocho derrotas. Apenas se han sumado 27 puntos, con ocho victorias y tres empates. El Athletic se ha quedado sin marcar en diez jornadas en casa. El estilo del equipo se ha amoldado mejor lejos de San Mamés sacando 24 puntos, con seis victorias y seis empates. Aunque parezca increíble, se ha perdido un partido menos fuera. Asimismo, el equipo se atasca cuando no consigue abrir el marcador y tan solo ha sido capaz de remontar dos partidos cuando el rival se ha adelantado.

DECLIVE E IRREGULARIDAD

El Athletic se aupó a los puestos europeos gracias a un calendario benévolo y Valverde sorprendió con una apuesta por el juego ofensivo conformando un triángulo en el medio campo con Vesga, Sancet y Muniain. Al equipo se le empezaron a ver las costuras, sobre todo fuera de casa en las visitas a Barcelona y Girona. Mantuvo el tipo y se fue al parón en el cuarto puesto con 24 puntos, además de hacer 24 goles en 14 jornadas.

La reanudación de la competición se le hizo dura al Athletic y sufrió un bajón al cargarse el calendario con las eliminatorias de Copa. Con Iñigo Martínez de baja hasta marzo, Valverde optó por ir reforzando el medio campo y metió en punta a Guruzeta, desplazando a los hermanos Williams a las bandas.

El equipo fue bajando sus prestaciones y quedó en evidencia su irregularidad. Reaccionó al varapalo en Copa y encadenó una racha de victorias que le dejó en su mano asentarse en los puestos europeos. Sin embargo, ha firmado un final de campeonato bochornoso al no sumar más de cinco puntos en ocho partidos. Asimismo, las lesiones han dejado al equipo en cuadros en ese tramo final. La gestión de la plantilla tampoco ha sido eficiente, con jugadores en el ostracismo, y no se ha recurrido a la cantera. Esta campaña tan solo han debutado dos jugadores -Paredes y Adu Ares- y el filial ha descendido a Segunda Federación.