Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Héroe

Todo era perfecto una vez más. El asaltante era migrante. De Siria, para más señas. Las víctimas, las más indefensas. El escenario, un parque infantil. Pero en esta narrativa una cruz se interpuso. Ya no era un ataque terrorista, puesto que el agresor no es musulmán, sino cristiano. De ahí que se haya cambiado la acusación a simple intento de homicidio olvidando que una justicia que imputa según la fe de quien quiebra la ley, no puede definirse como democrática. Es la versión penal francesa del código postal español en el que a un vasco se le condena, y mucho más, simplemente por haber nacido, verbigracia, en Altsasu. Abdalmasih nació en ese Oriente Medio que los países occidentales llevan violentando siglos, desde las sacrosantas cruzadas hasta los últimos conflictos financiados por intereses que responden únicamente al Gran Capital. Cientos de miles de sirios han huido de su país por la guerra, pero cuando uno de ellos rasga la sociedad con un acto fuera de lo común, primero se apela al terrorismo. Y cuando esta coartada no sirve, se esgrime la locura, pero no la de una sociedad occidental ajena a los horrores de una guerra a unos pocos miles de kilómetros de Annecy. Menos mal que apareció un héroe, guiado por la providencia, un joven católico que se interpuso ante el terror. La historia, ahora sí, es perfecta.