Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Disfuncional

Recojo una situación que ha salido al debate público en Catalunya, tierra que tiene estructuras de producción, masa crítica y capacidades demostradas en diferentes estadios del los procesos de creación y, pese a tener en sus filas a los autores y autoras dramáticas más reconocidos y prolijos, desde los veteranos a las nuevas voces emergentes, se denuncia una tendencia muy elevada a usar adaptaciones de novelas de éxito en vez montar textos dramáticos.

Existen compañías, directoras, núcleos de producción que parecen tener animadversión a los textos dramáticos escritos en cualquier lengua. Prefieren adaptar cualquier texto narrativo o normativo. No entiendo su actitud, aunque quizás les pasa como a un servidor, que leo un requerimiento de pago de Hacienda y veo un montaje teatral, pero, si se asegura por otro lado que es un momento fértil, que han aparecido muchas voces nuevas en la escritura dramática, es muy disfuncional que los que ahora tienen el poder de decidir, no se relacionen con esas posibilidades reales, existentes, en muchas ocasiones hasta generacionales.

Existen directores consagrados que han hecho su carrera con perchas solventes del repertorio universal y algunos aseguran que lo hacen porque les resulta insoportable mantener discusiones o debates dramatúrgicos con los autores vivos. Shakespeare o Chéjov jamás contradicen a las directoras iluminadas. Ni cobran derechos de autor.