El infranqueable muro de acceso a los EEUU

Una de las formas más extendidas de darse a conocer para principiantes cinematográficos es hacer con muy poco dinero una película que cautive a la prensa especializada y al público atento a las novedades interesantes, y los debutantes Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez cumplen a la perfección con dicho precepto. La pareja de cineastas venezolana se basa en su propia experiencia como inmigrantes para narrar lo duro que puede llegar a ser el proceso de entrada en un país que no es el tuyo. Es un mensaje universal expresado con toda la contundencia necesaria y que ya está impactando en todas partes, tal como refleja el premio FIPRESCI de la crítica internacional obtenido en el festival estonio de Tallinn, a sumar al premio a Mejor Actor que se llevó Alberto Ammann en el festival de Málaga.

“Upon Entry (La llegada)” (2022) deja claro que el termino “frontera” es un puro eufemismo y que lo que muchos países levantan son auténticos e infranqueables muros destinados a limitar el derecho a la libre circulación de las personas. Al inicio, cuando la pareja protagónica se dirige al aeropuerto, en la radio del taxi se puede oír una información sobre el muro levantado por Trump en la frontera con México y lo que a continuación sigue demuestra que ese tipo de barreras pueden ser invisibles, pero están ahí para impedir el paso. Se refiere, cómo no, al tan temido control de aduanas, con sus registros de equipaje y sus interrogatorios policiales destinados a hundir sicológica y moralmente al visitante que pretende obtener un permiso de residencia y legalizar su situación en el nuevo territorio.

De nada les sirve a Diego (Alberto Ammann) y Elena (Bruna Cusí) tener sus visados en regla, porque serán retenidos al aterrizar en Nueva York, haciéndoles sentirse sospechosos de algo que no llegan a entender, viendo ultrajada hasta su intimidad como pareja sentimental.