El ministro chino de Exteriores, Qin Gang, advirtió al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, de que las relaciones entre las dos potencias «se encuentran en su punto más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas».

Qin señaló que este deterioro de los lazos bilaterales «no responde a los intereses fundamentales de los dos pueblos ni a las expectativas comunes de la comunidad internacional».

El canciller chino formuló «claras exigencias sobre los intereses esenciales y las principales preocupaciones de China, incluida la cuestión de Taiwán». Precisamente, le subrayó que «Taiwán representa el peligro más importante» para las relaciones entre Pekin y Washington y «una cuestión fundamental de los intereses primordiales de China».

Qin y Blinken mantuvieron un encuentro de casi seis horas y después una cena de trabajo, en el viaje de dos días del responsable de la diplomacia estadounidense a China.

El objetivo del viaje des rebajar las tensiones entre ambos países, provocadas principalmente por los reiterados gestos de apoyo de EEUU a Taiwán y por las maniobras militares de China alrededor de la isla en respuesta. EEUU trata de reconducir una relación que tensó hasta el extremo a la vez que mantiene la presión por el apoyo de China a Rusia y, sobre todo, por la estratégica rivalidad comercial entre las dos potencias.

El canciller chino expresó su esperanza de que Washington «mantenga una percepción objetiva y racional de China, se mueva en la misma dirección y de que maneje las eventualidades inesperadas con calma, profesionalidad y racionalidad».

Blinken expuso, por su parte, su lista de preocupaciones y de «oportunidades» de cooperación, insistiendo en defender «un orden internacional basado en reglas».

La visita estuvo precedida el miércoles de una conversación telefónica entre Qin y Blinken en la que intercambiaron reproches. Qin pidió a EEUU que cese en su empeño de dañar los intereses soberanos en materia de seguridad y Blinken instó a «mantener abiertas» las vías de comunicación para evitar un conflicto entre ambas potencias.

Biden minimiza ahora el episodio del «globo espía»

La visita del jefe de la diplomacia estadounidense estaba inicialmente prevista para febrero, tras la reunión en noviembre entre el presidente de EEUU, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, en la cumbre del G20 en Indonesia. Pero fue cancelada en el último momento por la detección un globo chino sobre territorio estadounidense, que Washington denunció como un artefacto «espía» mientras Pekín aseguraba que se trataba de un aparato meteorológico desviado de su trayectoria. Con la llegada ayer de Blinken a Pekín desparecieron las acusaciones que habían elevado la tensión entre ambas potencias y Biden minimizó el episodio del globo. «No creo que los líderes supieran dónde estaba, qué había dentro y qué estaba pasando. Creo que fue más vergonzoso que intencionado», aseguró el sábado Biden, que dijo que espera volver a reunirse con Xi «en los próximos meses».GARA