Seis muertos en la respuesta de Hamas a la operación de Jenin

Al menos cuatro israelíes y dos atacantes palestinos murieron en una acción de miembros de Hamas cerca de una colonia judía en Cisjordania, que el grupo vinculó a la operación militar de la víspera en Jenin. El Gobierno israelí no descarta agudizar la escalada.

Al menos cuatro israelíes murieron y otros tantos resultaron heridos, uno de ellos de carácter grave, por un tiroteo perpetrado en una gasolinera cerca de la colonia de Eli, en Cisjordania. El Ejército israelí afirmó que los atacantes llegaron a la gasolinera a bordo de un vehículo y abrieron fuego hacia la gasolinera y hacia un restaurante cercano. Uno de los colonos mató a su vez a uno de los atacantes en el lugar de los hechos.

Era un palestino de 26 años del pueblo de Urif, cerca de Nablus. Hamas confirmó posteriormente que era miembro de su ala armada, las Brigadas Ezzedine al-Qassam, y que en el pasado estuvo encarcelado por Israel. Entre los fallecidos israelíes hay un joven de 21 años y una menor de 17 que residía en Eli, la colonia judía.

A su vez, los militares comenzaron una operación en busca de otro sospechoso, que escapó con un vehículo robado. Tras localizarlo, lo mataron cerca de la localidad de Tubas.

El incidente supone el ataque con más víctimas mortales israelíes desde el pasado enero, y se enmarca en una escalada en la que el Ejército israelí lanzó el lunes la operación más violenta en décadas en Cisjordania, en la que utilizó helicópteros de combate y francotiradores, dejó seis palestinos muertos y cerca de cien heridos. La operación duró nueve horas y fue respondida por las milicias palestinas Precisamente, Hamas vinculó la acción de ayer a los recientes ataques en Jenin y al asalto a la mezquita de Al-Aqsa en abril y la Yihad Islámica la describió como «una respuesta natural» a los crímenes de la ocupación «en el contexto del ejercicio del derecho legítimo a la autodefensa».

VENGANZA DE COLONOS

En venganza, colonos israelíes atacaron la localidad palestina de Huwara, objeto recurrente de la ira sionista, donde quemaron vehículos y dispararon contra palestinos.

La respuesta del Gobierno israelí también se abre a un aumento de la escalda de violencia. Tanto el ministro de Defensa, Yoav Gallant, como el primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseguraron que «todas las opciones están abiertas». Entre ellas, la que reclaman los ministros ultraderechistas, una amplia campaña militar en el norte de Cisjordania.

«Necesitamos volver a los asesinatos selectivos desde el aire, derribar edificios, colocar barricadas, expulsar a los terroristas y terminar de aprobar la ley para la pena de muerte», afirmó el ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir.