Koldo LANDALUZE
A HUNDRED FLOWERS

La memoria perdida

En su faceta como productor, Genki Kawamura ha optado por proyectos en los que se advierte su seña de identidad como director. Responsable en dicha faceta de los maravilloso animes creados por Makoto Shinkai como “Your Name” y “El tiempo contigo”, el prestigioso escritor japonés ha optado en este su debut como cineasta por una adaptación de una de sus novelas que guarda notables puntos de coincidencia con los filmes de animación anteriormente citados.

Incluso podría decirse que a pesar de tratarse de una película con personajes reales, su espíritu y diseño de secuencias podrían haber sido objeto de un anime. Kawamura se basó en sus propias vivencias a la hora de abordar el progresivo deterioro que sufrió su abuela como consecuencia del alzheimer y las cien flores del título, aluden a esos territorios de la mente que, progresivamentem, van desapareciendo. Flores que simbolizan ese tiempo y espacio que una vez habitó la memoria de la mujer.

MADRE E HIJO

Ante un tema tan delicado, el director opta por un modelo que a ratos se resquebraja debido al recurso del subrayado dramático pero lo compensa con un estilo visual elegante y cargado de sensibilidad. De esta manera, Kawamura se descubre detrás de la cámara como un autor que apuesta por lo poético a la hora de abordar la complejidad interna que encierran los dos personajes centrales del filme, una madre que comienza a perder su memoria y que se aferra a sus restos y un hijo que quiere olvidar un viejo reproche que le legó su madre.

Dicho cara a cara es ejecutado por Mieko Harada, una gran actriz muy reconocida en Japón y Masaki Suda. Entre ambos se contruye un hilo de emociones dentro de un entorno que se va deteriorando progresivamente.