Dabid LAZKANOITURBURU

EEUU corteja a una India gigante en potencia y en acto retrógrada

La Casa Blanca no ha escatimado en alfombras rojas para agasajar a Narendra Modi, primer ministro de una India que se deja querer por su rivalidad con China y por sus potencialidades para elevarse a la altura de los gigantes económicos y geopolíticos mundiales. La deriva panhinduísta y retrógrada de Nueva Delhi, «peccata minuta».

El primer ministro indio, Narendra Modi, a su llegada a la Casa Blanca.
El primer ministro indio, Narendra Modi, a su llegada a la Casa Blanca. (Mandel NGAN | AFP)

El presidente de EEUU, Joe Biden, recibió con honores solo reservados a jefes de Estado al primer ministro indio, Narendra Modi. Banquete de bienvenida, honores militares, comparecencia conjunta ante la prensa, discurso ante el Congreso, cena de gala... la acrobacia diplomática de presentar la de Modi como «visita oficial de Estado», título inédito, se explica por el interés estratégico de Washington de estrechar lazos con el gran rival regional de China. Lo que explica la sordina de la Administración Biden sobre los derechos humanos bajo un Gobierno panhindú y que desprecia a las minorías religiosas, sobre todo la musulmana, y a la oposición política y mediática; y sobre las privilegiadas relaciones entre la India de Modi y la Rusia de Vladimir Putin.

El portavoz de la Admninistración Biden, John Kirby, destacó «el potencial enorme de nuestra relación bilateral; en nuestra opinión, una de las más importantes para el destino del mundo».

Tras asegurar que el presidente «tiene por costumbre evocar las cuestiones que nos preocupan» ante sus invitados «y los derechos humanos son una cuestión que nos preocupa», el portavoz reconoció que el principal objetivo de la visita es profundizar en la relación bilateral.

LA ENTENTE RUSIA-INDIA

Sobre la relación con Rusia, Kirby reconoció que India «es una nación soberana». Todo apunta a que India y EEUU han decidido aceptar o tolerar sus divergencias en torno a Moscú. El cálculo es que el impulso de China hacia la hegemonía mundial pueda impulsar por rivalidad a India a un acercamiento con EEUU. Asumiendo que el país más poblado del mundo, e históricamente no alineado, no será nunca un aliado al nivel de los países occidentales de la OTAN.

Por de pronto, y en un quid pro quo, EEUU ha accedido a que India fabrique motores F414 para aviones de caza para la General Electric.

Más aún, la estadounidense Micron Technology invertirá 800 millones de dólares en una planta de producción de semiconductores en territorio indio. Todo ello para impulsar la industria nacional india.

India se compromete a adquirir 31 drones de combate estadounidenses por 3.000 millones de dólares, en una diversificación de sus equipamientos militares, sector en el que históricamente ha sido muy dependiente de Rusia.

Iniciativas comunes en el ámbito espacial y en los metales estratégicos, acuerdos de cooperación marítima y apertura de nuevos consulados completan los logros de una visita que lleva la relación bilateral «a una nueva generación», en palabras de un funcionario estadounidense.

ENTRADA PROHIBIDA

Antes de llegar al poder, Narendra Modi tenía prohibida su entrada a EEUU, acusado de «graves violaciones de la libertad religiosa», justamente por su papel en los disturbios de 2002 de hindúes contra la minoría musulmana en Gujarat.

Grupos de la comunidad india y de asociaciones de derechos humanos llevaron a cabo protestas en Washington y representantes progresistas de la Cámara Baja, como Alexandria Ocasio-Cortez o Ilhan Omar anunciaron su boicot al discurso del mandatario indio.



Modi sostiene que «no hay espacio para la discriminación en India»

Joe Biden insistió ante Narendra Modi en la importancia de defender «la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, el pluralismo religioso y la diversidad», valores que «han sido desafiados en la hsitoria de nuestros dos países». Más tarde Modi aseguró que «no hay espacio para la discriminación ni por casta ni por religión ni por edad, y tampoco por ningún tipo de localización geográfica» en India, cuando un periodista recordó las críticas de grupos de derechos humanos y le pidió que explicara las acciones de su Gobierno para proteger a musulmanes y otras minorías. El primer ministro reaccionó con cierta indignación. «La verdad es que me sorprende mucho que la gente diga eso. Como ha mencionado el presidente Biden, India y EEUU son democracias y la democracia está en nuestro ADN», insistió en una respuesta de más de casi cinco minutos hablando sobre el compromiso de su país con la democracia, en la primera rueda de prensa en la que responde a periodistas desde que fue elegido en 2014. Aunque ha comparecido para hacer declaraciones o entrevistas, siempre lo ha hecho en ambientes controlados.GARA