Raimundo FITERO
DE REOJO

Orla de la estulticia

Hay que reinstaurar la orla de los y las políticas más impresentables, descerebradas, cínicos y desajustadas ideológicamente. Y la palabra anterior incluye mente. En la mente caben muchas apreciaciones de la realidad circundante provenientes del subconsciente. En el subconsciente anidan golondrinas convertidas en gaviotas que acabarán siendo aguiluchos de bandera. Borja Mari va muy bien colocado. Esa playa falsa, esos parasoles, sus pies desnudos y sus pantalones remangados es la imagen de la claudicación, del desafío a la ley de la gravedad, de lo irremediable como consigna paliativa a la obviedad de ser un partido de poder al precio que sea.

Ese verano azul que propone la banda de Feijóo es de un azulón falangista. Su incontinencia claudicante ante sus socios más avanzados de Vox es de una contundencia expresiva que solamente hay que ver el contubernio fascistoide de Ayuso y Monasterio en la Asamblea de Madrid. Existe un equipo que va proporcionando a sus figuras de cartón piedra material docente indecente para ir campeando el temporal. Bendodo dice que la banda va a implementar el concepto de matemáticas de Estado para ir justificando con excusas peregrinas todas las puestas en escena grotescas para llegar al pacto global con la otra parte de la extrema derecha para derogar los avances democráticos. Una suerte de implosión de todo el marco legislativo actual, con el único fin de tener la sartén, el mango y poder distribuir los presupuestos de manera indolente y sin riesgo ninguno por existir una judicatura de partido muy laxa con lo suyos. O sea.