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PRIMER ANIVERSARIO DE LA PRESIDENCIA DE JON URIARTE

La transformación prometida no alcanza para mejorar los resultados

Al igual que la temporada anterior, el primer equipo masculino del Athletic ha quedado en el octavo puesto en Liga y no ha pasado de las semifinales en Copa. El conjunto femenino ha bajado a la décima posición en la clasificación y la gestión del Bilbao Athletic, que ha perdido la categoría, ha sido un desastre.

(Monika DEL VALLE | FOKU)

Jon Uriarte arrasó hace un año en las elecciones a la presidencia del Athletic. Acertó en despertar la ilusión en la masa social y recibió un apoyo mayoritario en las urnas, que fue refrendado en su primera Asamblea. Con un discurso ambicioso, hizo hincapié en la necesidad de transformar el club e introducir el análisis de datos en la toma de decisiones en todos los ámbitos para crecer y no quedarse atrás con respecto a otros equipos como la Real, Villarreal y Betis.

La pasada pretemporada marcó como objetivo del primer equipo clasificarse para competiciones europeas, pero se ha quedado a las puertas -a expensas de lo que sucede con Osasuna y/o Barça-. Al igual que la campaña anterior, ha peleado hasta la última jornada y ha sido octavo en Liga. En Copa tampoco ha podido superar las semifinales.

En el balance de la temporada, el director deportivo, Mikel González, aportó datos estadísticos para asegurar que el equipo iba por el «buen camino» en cuanto al estilo de juego que buscaban implantar. El conjunto que más córners saca, que presiona arriba o uno de los que más centros y ocasiones genera. Sin embargo, hay números que no admiten discusión. El Athletic de Marcelino consiguió 55 puntos y el de Valverde obtuvo 51. Lo más preocupante es que la distancia con respecto a esos equipos con los que se aspiraba a competir ha aumentado.

El curso anterior, el conjunto rojiblanco se quedó a 4 puntos del Villarreal, 7 de la Real y 10 del Betis. Esta temporada ha acabado a 9 del Betis, 13 del Villarreal y a 20 de la Real. Asimismo, en una campaña nefasta del Sevilla, se le ha colado Osasuna por delante.

EQUIPO FEMENINO

En la estructura femenina tampoco se han podido mejorar los resultados de la campaña anterior. Se ha conseguido mantener la categoría de los dos equipos filiales con mucho esfuerzo, pero el primer equipo no se ha podido meter en la parte de arriba de la clasificación. Objetivo que también se verbalizó en una rueda de prensa.

El conjunto dirigido por Iraia Iturregi ha acabado en el décimo puesto, cuando el año anterior fue séptimo. Obtuvo 47 puntos y este curso no ha pasado de 35 puntos. En Copa ha alcanzado las semifinales, pero poco pudo hacer frente al Real Madrid. La diferencia con los equipos de arriba también ha crecido. Sin una apuesta económica más ambiciosa, se hace imposible conformar un equipo más competitivo.

En el balance se destacó la regeneración que se está realizando en la plantilla, aunque al acabar el curso se ha confirmado la marcha de dos de las mejores jugadoras como Oihane Valdezate y Oihane Hernández. Tampoco sigue como entrenadora Iraia Iturregi, que ha pasado a formar parte del cuerpo técnico del Basconia.

BILBAO ATHLETIC

Para un club como el Athletic que presume de su cantera, el descenso del segundo equipo rojiblanco es un fracaso en toda regla. El nuevo responsable de Lezama, Sergio Navarro, no acertó en la confección de la plantilla ni en las medidas adoptadas durante el curso.

Si se pretende que el Athletic sea la «opción prioritaria» para el «talento» de Euskal Herria, además del desarrollo individual de cada jugador, los resultados del colectivo también deberían ser tenidos en cuenta. Se hace complicado mejorar a jugadores cuando el Bilbao Athletic ha acabado colista con 26 puntos, encajando 54 goles y marcando 27.

Después de admitir el error en la elección de técnicos, la dirección deportiva se ha decantado por una figura como la de Carlos Gurpegui. Las incorporaciones realizadas en el mercado invernal tampoco sirvieron para enderezar el rumbo. Salvo Izeta, que ha hecho 4 goles en 19 partidos, el resto de refuerzos apenas han contado.

La situación ha sido similar en el primer equipo con la escasa aportación de los «fichajes» de Herrera y Capa. Confirmada la marcha de Iñigo Martínez y la renovación de Sancet, el reto inmediato es atar a Nico Williams y contener la masa salarial.