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DE REOJO

Una brújula escacharrada


Se puede jugar al teléfono escacharrado y creerse ser un redactor en jefe de informativos de alguna cadena de televisión o de algún periódico del pesebre donde crecen la extrema derecha bicéfala, porque es necesario tener una capacidad de inteligencia política superlativa para poder relativizar el deslizamiento hacia el reaccionarismo que están exhibiendo ante todos los ingenuos con el nombramiento para cargos fundamentales a personas que son exponentes de la más recalcitrante esfera del ultra catolicismo más radical. Ya han roto todos los precintos, ya no guardan las formas, lo de PP-Vox no es otra cosa que una trágica realidad.

Lo que se puede asegurar es que existen demasiadas brújulas escacharradas que no tienen muy claro dónde está el norte de casi nada. Lo del ejército de mercenarios rusos que no se sabe dónde está, ni hacia dónde apuntan sus fusiles y cañones, forma parte de esta evidencia de falta de orientación en los asuntos cruciales, que unido al tema sorpresa como es que en el verano haga calor, se ha convertido en una canción triste de un verano gris, porque todos los astros y procesos electorales en marcha parece que se han puesto de acuerdo en asustar al mundo entero porque hasta en Alemania, en un distrito, ha ganado la extrema derecha, es decir, pocas bromas.

Si seguimos repasando los escrutinios de este fin de semana no hay manera de tomarse tranquilo la horchata sin mirar a ambos lados del Atlántico, y cuando se vuelve a mirar en la campaña del 23J, los inspectores de Trabajo se declaran en huelga indefinida. ¿Contra quién va? Exacto.