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EDITORIALA

De la mano del PP, poca legitimidad y credibilidad


Eider Mendoza fue elegida ayer nueva diputada general de Gipuzkoa. Fueron necesarios los votos favorables de PNV, PSE y uno de los junteros del PP para desplazar a la ganadora de las elecciones, la candidata de EH Bildu Maddalen Iriarte. La votación evidenció lo que ni PNV ni PSE se atrevieron a admitir en el debate: que a la vez que su acuerdo de gobierno también han pactado con el PP. Su negativa a admitirlo denota rubor entre unos socios que, en campaña, se presentan como antagónicos al PP. De momento, le han cedido un puesto en la Mesa de las Juntas Generales.

En ese juego de luces y sombras sobre lo acordado con el PP, este cedió únicamente uno de sus tres votos, con lo que el nuevo Gobierno foral comienza la legislatura en una posición débil y muy poco estable. El Ejecutivo necesitará buscar el respaldo mayoritario de las Juntas para sacar adelante multitud de iniciativas. Pronto será necesario acordar los presupuestos, cambios en los impuestos… ¿Con quién pretenden sacarlos adelante PNV y PSE? ¿Coinciden con el PP en estos temas? Al margen de las normas forales, otras políticas publicas -como por ejemplo la potenciación del euskara recogida en el pacto de gobierno- también necesitarán mayorías. ¿Mendoza las buscará con el PP? Ceder poder a la derecha española no responde a la voluntad democrática mayoritaria de los y las guipuzcoanas. Hay que ser más serios y realistas.

Mendoza pidió ayer que no se deslegitimen los acuerdos alcanzados siguiendo normas democráticas. La escasa legitimidad de este pacto se debe a que su objetivo más claro es quitar al vencedor para mantenerse en el poder. Sin olvidar el reparto de cargos y sueldos. Basándose en el mismo pacto con el PP, ayer se supo que la alcaldesa de Durango, Mireia Elkoroiribe, del PNV, propone cobrar un 66% más que su antecesora, de EH Bildu. Si el Ejecutivo foral no da estabilidad a Gipuzkoa, no responde al mandato democrático, se basa en el veto a la fuerza mayoritaria, evita que Maddalen Iriarte lidere un cambio necesario, se apoya en fuerzas reaccionarias y no es transparente, ¿qué quiere Mendoza que piense la ciudadanía? Su mandato tiene, por ahora, poca credibilidad.