El PP vuelve a probar suerte atacando a Pedro Sánchez por sus entendimientos con EH Bildu. Las negociaciones para el próximo gobierno de Nafarroa son el renovado terreno de juego. Mientras que en el territorio las formas se cuidan al milímetro, del Ebro para abajo se instala la barra libre. Elías Bendodo, coordinador general del PP, aseguró ayer desde Málaga que el acuerdo entre María Chivite y EH Bildu ya está cerrado y que lo harán público después de las próximas elecciones. «El pacto está escrito, firmado y escondido en un cajón hasta el 23 de julio», aseguró Bendodo.

El motivo por el que este acuerdo no se ha hecho público es porque el presidente del Estado es consciente de que los españoles «repudian» cualquier trato con los independentistas vascos. A lo que añadió que, ahora mismo, los únicos que dicen la verdad son Gabriel Rufián y Arnaldo Otegi.

El coordinador del partido favorito en las encuestas mantiene un discurso chusco, muy despreciativo. No solo reiteró la denominación de «gobierno Frankenstein», sino que se defendió que Sánchez no acepta el debate con siete candidatos en RTVE que propone el PP, porque no quiere evidenciar que son la «Familia Monster» así como quiénes son sus socios reales en la actualidad y quiénes lo serán la legislatura próxima.

Para Bendodo, el pago que Esquerra y EH Bildu solicitarán a Sánchez a cambio de renovar su apoyo será la celebración de referendos en Catalunya y Euskal Herria.

No se aclaran

Mientras Bendodo asegura que todo está ya cerrado, el líder del principal partido de la derecha le desmiente. Javier Esparza sostiene que la negociación no se ha iniciado, pero él tiene la información clave sobre qué pedirá EH Bildu. El presidente de UPN asegura que la demanda que planteará Laura Aznal será que se marchen los guardias civiles y los policías españoles, y que esto es algo poco menos que «asqueroso».

Esparza, en un vídeo difundido tras la transferencia formal de la competencia de Tráfico, afirma que EH Bildu defiende que hay demasiados policías en Nafarroa y, a su vez, quiere reforzar al cuerpo de forales, «porque los policías que le molestan son los que llevan la bandera española en el hombro».