Joseba ITURRIA
LIMOGES
TOUR 2023

Pedersen da a Lidl la primera victoria en un sprint agónico con Philipsen

El danés consiguió su sexto triunfo en las últimas cuatro grandes para recompensar la entrada como primer sponsor de la cadena de supermercados. Demostró que es el más fuerte entre los velocistas.

Mads Pedersen celebra su victoria.
Mads Pedersen celebra su victoria. (Marco BERTORELLO | AFP)

Mads Pedersen dio ayer a Lidl, nuevo primer patrocinador del Trek, su primera gran victoria en la octava etapa del Tour entre Libourne y Limoges, de 200,7 kilómetros, al imponerse en un sprint de fuerza a Jasper Philipsen, que no pudo superarlo en unos últimos metros agónicos, y Wout van Aert, con Álex Aranburu duodécimo.

Lidl-Trek trabajó durante toda la etapa y preparó muy bien la llegada para Mads Pedersen. A pesar de que Alpecin tenía la intención de disputarla con él para dedicársela a su abuelo, Mathieu van der Poel prefirió lanzar a Jasper Philipsen y al flamenco le faltó muy poco para lograr su sexta victoria consecutiva en las llegadas masivas del Tour, la cuarta de esta edición.

El danés consiguió aguantar su remontada en los últimos metros para alcanzar su sexta etapa en las últimas cuatro grandes. Ganó en las anteriores en el Tour el año pasado, tres en la Vuelta y en el Giro, aguantó doce etapas, además de lograr cinco segundos puestos y tres terceros.

ABANDONO DE CAVENDISH

La nota triste de la etapa fue el adiós entre lágrimas de Mark Cavendish en su último Tour, salvo que cambie de opinión, tras quedarse muy cerca de establecer un nuevo récord de 35 victorias en la prueba el día anterior. Un problema con el cambio se lo impidió. Quedará para la historia igualado con Eddy Merckx con 34.

El velocista de la Isla de Man sufrió una fractura de clavícula derecha en el mismo sitio en el que se rompió en el Tour de 2017 en una caída a 58 kilómetros de meta con Pello Bilbao, que pudo seguir sin problemas. Entró en el primer grupo y pasa a ser el primer vasco en la general, duodécimo, tras perder 47 segundos Mikel Landa y Simon Yates por otra caída registrada a falta de cinco. El inglés también perdió dos puestos y ahora es sexto.

En esa caída se vio obligado al abandono el decimotercero de la general, Steff Cras (Total), que culpó con dureza al aficionado que la provocó al entrar a la carretera. El flamenco escribió en Twitter que «cuando un espectador se mete en la carretera más de un metro y no se mueve cuando llega el pelotón es mejor que esté en casa. No tienes respeto por los corredores, espero que te sientas culpable. Tengo que abandonar el Tour por tu culpa».

La escapada la protagonizaron Tim Declerq (Soudal), Anthony Delapleace (Arkéa) y Anthony Turgis (Total), que llegaron a tener cinco minutos de ventaja y complicaron el trabajo a los equipos que querían disputar la etapa. Cuando se entraba en el tramo final intentó unirse a ellos Kasper Asgreen, sin poder conseguirlo.

Jumbo, Trek y Alpecin se encargaron de tenerlos controlados y atraparon a Turgis, el más fuerte de la fuga, a ocho de meta. El equipo de Van Aert marcó un ritmo durísimo en la última cota de Cuarta para intentar desgastar y eliminar a los velocistas para jugar la baza del flamenco, que solo pudo ser tercero en la meta.

UN FINAL MUY DURO

El segundo final en alto, el más exigente de esta edición del Tour, llega hoy en la novena etapa, de 182,4 kilómetros, entre Saint-Léonard-De-Noblat y el Puy de Dôme (HC, 13,3 km al 7,7%), con 4,3 últimos kilómetros con una pendiente media superior al 11,4%. Una pared.

Se espera un nuevo duelo entre Vingegaard y Pogacar. El esloveno dijo que «el Puy-de-Dôme va a ser una experiencia nueva para todos. Será un día especial. La subida es muy dura y seguro que rompe la carrera otra vez». Lamentó el adiós de Cavendish: «Todo el pelotón quería verle ganar al menos una etapa más, ya que éste era su último Tour».