Orden y desconcierto entre los cuatro elementos

Lo nuevo de Pixar está sufriendo un duro golpe en taquilla. Un nuevo varapalo comercial que no hace justicia a las grandes virtudes de una obra que debería haber tenido mayor consideración por parte de un público que, por otra parte, cada vez es más exigente con esta compañía. “Elemental” es una propuesta ambiciosa pero el riesgo se paga. Todo el mundo considera que su animación es impresionante y es visualmente cautivadora. por el contrario, la trama y el desarrollo de los personajes dejan mucho que desear. La premisa de la película es interesante: explorar el mundo de los elementos naturales personificados en forma de seres mágicos. Sin embargo, la ejecución no logra estar a la altura de las expectativas. La historia se siente confusa y desordenada, sin una narrativa clara que mantenga a los espectadores involucrados. Demasiado anárquica en su concepto. Los eventos se suceden de manera abrupta y sin una justificación lógica, lo que dificulta la empatía con los personajes y la comprensión de sus motivaciones.

Romance entre elementos

La trama no elude temas profundos, como la conexión entre el ser humano y la naturaleza, pero no lo hace de manera satisfactoria. Las ideas se presentan de forma superficial y no se exploran lo suficiente como para generar una reflexión significativa. No obstante, la animación merece un apartado destacado dentro de su irregular conjunto dramático, con paisajes deslumbrantes y efectos visuales impresionantes. El fuego asume rasgos expresionistas; la tierra, contornos más delineados, y el agua y el aire, adquieren una extraordinaria capacidad para mutar en formas cambiantes. En su conjunto, “Elemental” invita al espectador a ser partícipe en una muy atractiva experiencia visual que hubiera requerido mayor enmpaque en su desarrollo del romance que comparten sus dos singulares protagonistas.