Zapatero sin Tomahawks
En estos tiempos en que Zapatero está recibiendo por su actuación en la última campaña más incienso que el que recibe Santiago Matamoros, patrono del Imperio español en un lustro, botafumeiro incluido, yo tengo que denunciar su análisis del agostazo de 2007 por falso y frívolo.
Escribí hace más de quince años un artículo titulado “Zapatero, sin perjuicio”, que se refería a la expresión contenida en los textos de la legislación histórica, en la que el centralismo de Madrid ha usurpado los derechos históricos de Navarra. Cada vez que se confirman los fueron, «sin perjuicio» de la unidad constitucional, es para abolir derechos. Así reza el texto de la Ley de Abolición de 1839, en la que nos juntaron a los cuatro territorios para eso; para «abolirnos»; para eso sí que nos juntan. Zapatero me hizo llegar su beneplácito por aquel artículo a través de una persona allegada a ambos.
Zapatero, que liquidó el Plan Ibarretxe humillando a su protagonista y que pudrió el agostazo con las mentiras de sus entonces esbirros pretorianos Rubalcaba y Pepiño Blanco, debería empezar por ser mucho más riguroso en sus análisis y, sobre todo, mucho más respetuoso con el pueblo de Navarra al que dejó para quince años en manos del desastre de UPN, ahora ya en descomposición irreversible.
En la habilidosa entrevista que le hicieron a Zapatero en “Diario de Noticias”, hay una pregunta al respecto, que no por críptica, no pueda ser interpretada. Dice literalmente Zapatero al final de su respuesta, y como colofón de la misma, literalmente lo siguiente: «Pensé que si abría la vía a que PSN pactase con Nafarroa Bai, los misiles Tomahawk me llegarían por todos los lados. Esa es la verdad» (sic).
¿Misiles? ¿De dónde? Vamos a ver. De Nafarroa Bai, no. Primero porque no los teníamos; y segundo, porque no nos iba a interesar. Del PSN parece que tampoco, porque querían hacerlo. ¿De ETA? Pues parece que tampoco, porque en el párrafo anterior de la misma respuesta se dice que «el proceso de paz estaba suspendido y teníamos dificultadas para recuperar el camino hacia el final de la violencia, aunque lo hicimos». ¿De los servicios secretos, o del Ejército o de la extrema derecha? No hay ningún indicio de ello; al revés; la «inteligencia» siempre estuvo a favor de aquella evolución (aunque la extrema derecha estuviese en contra), y de ello se valieron las propagandas como las de Zapatero. Por lo tanto, los únicos, que iban a hacer como que disparaban misiles -o presumir que iban a poder dispararlos- eran los del navarrerismo cutre. O sea, los mismos, que en la manifestación de marzo de 2007 habían mentado al abuelo de Zapatero, fusilado como consecuencia de la rebelión militar de Mola, Franco, el Carlismo y Cía. Rebelión, que fue la causante de todas las muertes y demás desgracias y padecimientos de los dos bandos.
La respuesta de Zapatero pretende influir en el relato, pero sigue con sus remilgos. No tiene ninguna justificación real, ni tampoco ningún sentido, decir a estas alturas que pactar con Nafarroa Bai hubiera desatado las iras de no se sabe bien quién. Obviamente hubiese habido fuegos artificiales en Cordovilla ¿Y qué?
La realidad es que se trata de una mísera acción partidista carente de la más mínima ética. Es misma patina de que hace gala ahora mismo el PSN, negándose a negociar lo que en 2007 negociábamos y regalando las alcaldías de media Navarra en contra de los intereses de navarras y navarros a los que gritaban entonces «Zapatero, vete con tu abuelo».
La paz vasca ha sido sin precio político. Cierto. En eso vale el testimonio de Zapatero. Pero eso significa y prueba irrefutablemene que ha sido unilateral y que lo ha sido por motivos políticos. El que no ha hecho sus deberes es el Estado; ni ahora, ni en tiempos de Rajoy, ni en los de Zapatero. Visité hace unos días a una víctima del GAL, que no solo no ha sido reconocida, ni indemnizada, pero que en los debates por el cese unilateral de la violencia, trabajó por la paz. Da asco político, y mucho más que vergüenza, la política penitenciaria vengativa y la jurisdicción penal politizada que se sigue practicando.
También en Navarra, el balance en cero de Chivite sobre transferencias -solo enmendado en parte por la gestión de EH Bildu- tiene su punto más triste y más negro en la falta de coraje político (que nunca ha tenido en PSN) para asumir las competencias menos brillantes, pero más simbólicas, que son precisamente las penitenciarias.
Quizá podemos volver a sentarnos algún día alrededor de alguna mesa de las ventas de los caminos de Europa y charlar con Jesús Eguiguren en la lengua vasca, que Aresti habría podido llamar la más europea de las lenguas. Discutiríamos de si la autodeterminación es un componente imprescindible de la democracia y de si Europa con el incompetente aguacil Borrell al frente es capaz de hablar de algo que no sea la guerra. Mientras tanto, lo de los misiles Tomahawk, señor Zapatero, sería solo ridículo, si no fuese miserable y dramático.