Senadores republicanos y gurus mediáticos de la extrema derecha han coincidido en señalar que “Barbie” es la antítesis de los valores que siempre han querido asociar a las mujeres norteamericanas y han prendido sus flamígeros discursos contra el insurgente imaginario rosa creado por la directora Greta Gerwig la cual, además, ha tenido la osadía que añadir elementos trans dentro de un contexto en el que lo patriarcal lleva la peor parte. No hay que ir tan lejos para comprobar que esas iras también se asocian a nuestra cartelera. En concreto, ha sido la película “Te estoy amando locamente” la que ha sido colocada en el epicentro de la tormenta ultraconservadora del Estado español. Este acercamiento a los inicios del movimiento LGTBI andaluz de 1977 que ha sido filmado por Alejandro Marín, está siendo denostado desde medios digitales tan polémicos como The Objective o El Debate y a través de artículos en los que afirman que esta película es un nuevo «fracaso del cine español», una nueva muestra de “cine politizado” y que tan solo tiene hueco en la cartelera debido a que ha sido «financiada desde los chiringuitos del Gobierno».

Estos medios eluden que es la propia comunidad LGTBI+ quien ha hecho suya esta modesta producción y ha provocado que, por tercera semana, siga en muchas carteleras. Para estos medios, el ejemplo claro de lo que es un «éxito del cine español» es “Vacaciones de verano”, de Santiago Segura.