368 jugadoras tomarán la semana que viene el avión de vuelta a casa. Con la satisfacción, pese a haber caído en la fase de grupos, de haber participado en un Mundial. Y con 30.000 dólares más en el bolsillo, el premio mínimo que, por primera vez, otorgará la FIFA a todas las futbolistas que pareticipen en el Mundial. Teniendo en cuenta que muchas de ellas juegan en Ligas que no son profesionales y que incluso en las competiciones que ya han superado esa barrera, el sueldo mínimo no es precisamente alto, la cifra no es despreciable.

La compensación responde en buena medida a la demanda del sindicato internacional FIFPRO, que el año pasado hizo llegar a Gianni Infantino una carta firmada conjuntamente por más de 150 futbolistas internacionales de 25 países, en la que, además de reivindicar la compensación ecomómica directa a las jugadoras y que se caminara hacia la igualdad de los premios concedidos a hombres y mujeres, se mejorara en otros aspectos.

La FIFA recogió el guante y el paso adelante respecto a anterior ediciones del Mundial ha sido considerable. Empezando por las condiciones y servicios ofrecidos a las selecciones, similares a los que disfrutaron los equipos participantes en el Mundial de Catar -viajes, hospedaje, tamaño de las delegaciones...- y acabando por el dinero a distribuir entre federaciones y futbolistas. El organismo mundial ha triplicado el montante respecto al que repartió hace cuatro años en Francia; el incremento alcanza el 700% en comparación al Mundial de Canadá, disputado hace cuatro años, y la intención adelantada por Infantino pasa por igualar los premios de cara a la próxima edición.

La parte del león corresponde a las federaciones, que yase han llevado 31 millones para la preparación del Mundial y se repartirán prácticamente el doble por su participación. La selección ganadora se llevará 4.290.000 dólares, un montante que va decreciendo hasta el 1.560.000 que se embolsará cada equipo que caiga en la fase de grupos.

Pero la gran novedad pasa los los premios directos a las futbolistas. Serán 30.000 dólares para cada jugadora que dispute la fase de grupos y la cifra irá creciendo conforme se avance en las eliminatorias hasta alcanzar los 270.000 dólares que se llevará cada integrante de la selección campeona.

GRANDES DIFERENCIAS

Será bienvenido en cualquier caso y muy celebrado por la mayoría, teniendo en cuenta que el sueldo medio de las jugadoras que participan en el Mundial se queda en los 14.000 dólares. En la Liga F, todavía una de las pocas competiciones profesionales con convenio colectivo, ahora en revisión, el sueldo mínimo acordado en 2019 era de 16.000 euros. Por no hablar de la situación en muchas selecciones en las que las primas son poco menos que inexistentes.

No son muchas pero también hay futbolistas para las que el premio, incluso el gordo, no pasará de pellizco. Según la lista de jugadoras mejor pagadas del mundo recién publicada por la revista Forbes, hay un puñado de jugadoras cuyos ingresos se mueven por encima de las seis cifras. La lista, casi monopolizada por las estadounidenses en sus primeros puestos -once de las quince primeras-, está liderada por Alex Morgan, que en 2023 se embolsará 7,1 millones de dólares -el 90% de sus patrocinadores-, Megan Rapinoe que llega a los siete, y Alexia Putellas, primera europea, que alcanza los cuatro millones, el 80% de ellos vía patrocinio.