El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) remitió en la mañana de ayer un comunicado a este medio en el que reconoce que estuvo incinerando residuos sin pretratamiento durante 42 días, tal y como habíamos publicado. Afirma que lo hizo «provisionalmente» y recalca que «se han tratado de labores de mantenimiento, normales en cualquier planta de estas características».

Este diario informó ayer de que, según el contador de Ekondakin, desde el 20 de junio hasta el 31 de julio, el apartado de «pretratamiento» había estado estancado en las 0,00 toneladas, mientras que el de «valorización energética» (incineración) fue, por ejemplo, de 366,68 toneladas ese último día del mes pasado.

También hay que tener en cuenta que entre el 14 de abril y el 8 de mayo la incineradora de Zubieta estuvo pretratando toneladas de residuos, pero sin quemarlos ni generar energía. Es decir, una situación absolutamente contraria a la actual, pero también irregular. En aquella ocasión, GHK lo atribuyó a que se produjo «una pequeña avería».

En el escrito remitido ayer, GHK insiste en que «el Complejo Medioambiental cumple escrupulosamente con toda la normativa aplicable y con todos los requisitos ambientales». Además, subraya también que «es totalmente falso que se hayan incumplido la Autorización Ambiental Integrada y el Plan de Gestión de Residuos (PIGRUG) aprobado por las Juntas Generales de Gipuzkoa, -como denunció GuraSOS- ya que se han seguido valorizando todos los residuos entrantes, aunque provisionalmente sin pretratamiento».

Sin embargo, según explicó GuraSOS en su momento, «solo está autorizada la incineración de los residuos domiciliarios que han recibido el pretratamiento de la TMB. Es decir, no está autorizado incinerar residuos municipales sin haberse sometido previamente a los pretratamientos de recuperación de materiales y biosecado».

SIN CONSECUENCIAS

A su vez, a través del comunicado remitido ayer, «GHK desmiente que se haya generado una gran cantidad de lixiviado con riesgo de fugas y vertidos contaminantes como señaló GuraSOS, ya que este lixiviado es extraído automáticamente por las bombas de seguridad instaladas en el foso».

Al mismo tiempo, «el Consorcio desmiente tajantemente también que haya existido un mayor peligro de contaminación del aire y asegura que todos los controles y mediciones automáticas de depuración de gases han funcionado y siguen funcionando con total normalidad».

El Consorcio de Residuos remarca en su nota que en todo momento ha seguido tratando todos los residuos que han entrado en la planta, valorizando energéticamente y produciendo energía a través de los mismos, aunque lo ha hecho sin el pretratramiento previo. Sin embargo, «GHK subraya que dispone de autorización de Gobierno Vasco». Es decir, el Consorcio alega que cuenta con el aval de Lakua para proceder así.