La Memoria Socioeconómica del Consejo Económico y Social Vasco (CES) del año pasado dibuja los principales retos que enfrenta la sociedad vasca, especialmente los relacionados con el ámbito social y económico. Sus conclusiones resultan relevantes, sobre todo, porque son fruto del consenso entre los participantes en el Consejo, que cuenta con representantes de sindicatos, empresarios, cámaras de comercio, asociaciones de consumidores y expertos. Una fortaleza que en algunos casos se torna en debilidad, debido a la falta de conexión entre algunos de los resultados alcanzados.

La memoria considera que una de las primeras preocupaciones es la profunda crisis demográfica, fruto de un crecimiento natural de la población negativo y unos saldos migratorios que ya no compensan esa pérdida. Ahora bien, ampliando el foco, ese crecimiento vegetativo negativo en la CAV está ampliamente compensado con el crecimiento de la población mundial, un dato a tener muy en cuenta, especialmente cuando cada día se ahogan migrantes en el mar tratando de llegar a Europa. Ese reto demográfico tiene mucho que ver con numerosas conclusiones que recoge la memoria, entre las que destacan las dificultades para la emancipación y las difíciles condiciones de vida. En este aspecto, el documento menciona la vivienda, la inflación, el aumento de los indicadores de pobreza y al mismo tiempo la caída del número de perceptores de la RGI, el desempleo de larga duración, la interinidad en la Administración pública, etcétera. Asimismo, la memoria insta a hacer un seguimiento de la evolución desfavorable de los problemas de salud, sobre todo, los relacionados con la salud mental, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos y las enfermedades de transmisión sexual. Un reflejo más del empeoramiento de las condiciones de vida.

Con todo, el presidente de la comisión encargada de la elaboración del informe, Jon Barrutia, en la entrevista que hoy publica GARA se muestra optimista al subrayar que «vivimos más, vivimos mejor y tenemos muchísimo más conocimiento». Tal vez haya llegado el momento de aprovechar mejor ese conocimiento para que la gente viva bien.