Seguimos para el colapso

Se cruza una circunstancia auténticamente significativa: la selección española de fútbol de mujeres va a jugar la final de la Copa del Mundo en Sídney el próximo día 20. Es importante que este grupo de jugadoras haya logrado este hito histórico. Con todos los problemas que tienen dentro de la organización, las jugadoras han demostrado calidad y determinación. El fútbol femenino crece. Miramos con admiración este desarrollo.

Pero estamos al borde de colapsar por varias circunstancias que escapan a la materialización de las teorías más pragmáticas. Me cuesta asimilar desde mi abstinencia absoluta de alcaloides lo de Javier Meloi, un personaje que es capaz de definirse como anarco-capitalista, que propone las mayores barbaridades que se pueden imaginar y de las formas y maneras más histriónicas, que asegura que habla con su perro muerto, que logra ser el más votado en las elecciones preliminares argentinas celebradas el domingo, lo que nos advierte, otra vez, que los pueblos, la ciudadanía ha decidido que una parte de sus componentes ejerzan un voto disolvente, que apuestan por lo peor, por aquello que parece más extravagante, que los sociólogos definen como el voto de la bronca.

Pues bronca o no, es una constante bastante estructurada por lo que la existencia de una internacional de la extrema derecha más delirante no está en duda, y en lo que nos afecta hay fotos de Meloi con Abascal y Buxadé, lo que delata sus colaboraciones que inquietan un poco más, porque están apretando para que colapsen las democracias liberales representativas.