Koldo LANDALUZE
EL HOMBRE DEL SACO

Un misterio sin entidad propia

El director Ángel Gómez Hernández ha querido marcarse un “Stranger Things” de manual, con referencias al imaginario de Stephen King y aderezado con elementos de “Los Goonies”. En este cóctel también ha tenido cabida la rememoración de una crónica negra conocida como el “crimen de Gádor”.

De todo este batiburrillo asoma un producto sin personalidad que ha querido sumar en el patio de butacas a un público juvenil y a otro un poco más adulto. Lo peor que se puede decir de “El hombre del saco” es que no asusta, a pesar de los intentos denodados por intentarlo mediante clichés vistos en infinidad de veces y la risa floja involuntaria que provocan algunas secuencias. Tampoco ayuda en exceso una galería de personajes muy poco elaborada y un guion zurcido con tópicos que pretenden emparentarlo con las producciones estadounidenses.

LEYENDA NEGRA

El punto de partida del filme ya es de por sí una declaración de intenciones, porque rara es la película de terror actual que no arranca con una mudanza. En esta ocasión, seguimos el nuevo periplo de una mujer joven y sus tres hijos que se trasladan a un pequeño pueblo en el que se han escenificado una serie de desapariciones de niños de forma periódica.

De esta forma, los tres chavales, junto a otros dos amigos, intentan encontrar sentido a este misterio que cobra forma en la presencia de un ente malvado. Tan solo la aparición de un Javier Botet que parece encontrarse cómodo metiéndose en la piel de personajes inquietantes destaca dentro de un conjunto muy irregular que, para colmo de males, ha tenido la mala suerte de coincidir con el estreno reciente de “The Boogeyman”, de Rob Savage. El apartado visual no está mal, pero tampoco mitiga la sensación de déjà vu constante que provoca el visionado del filme.