Amaia U. LASAGABASTER
CAMPEONATO DEL MUNDO

A la final con la varita de Wiegman

Cuatro años después de enlazar Eurocopa y final del Mundial con Países Bajos, la técnica neerlandesa repite con Inglaterra. La campeona europea, única invicta del torneo, se clasifica a costa del sueño de Australia, a la que no le bastó con el gol de Kerr.

Russo se abraza a sus compañeras tras marcar el gol de la sentencia.
Russo se abraza a sus compañeras tras marcar el gol de la sentencia. (David GRAY | AFP)

Siete mujeres han llevado a sus equipos a la final del Mundial y tres -Tina Theune, Silvia Neid y, en dos ocasiones, Jill Ellis- lo han ganado. Lo que no había conseguido ninguna, ni ninguno, hasta ahora es llevar a la final a dos selecciones diferentes. Menos aún después de haberlas hecho campeonas de Europa. Sarina Wiegman ya se puede apuntar ese hito.

Otro en la larga lista de la neerlandesa, que repite la historia que protagonizó hace cuatro años. Entonces ganó la Eurocopa con Países Bajos, que solo una vez antes había llegado a semifinales, y la enlazó con su primera final del Mundial, en la que cayó con Estados Unidos. Ahora iguala, como mínimo, el éxito al frente de Inglaterra, a la que guió a su primera Eurocopa el verano pasado y ahora a su primera final mundialista, que disputará contra España, el próximo domingo en el Estadio Australia.

El mismo que ayer volvió a llenarse para empujar, vibrar y, finalmente, llorar con la selección anfitriona. Una Australia que ha llegado más lejos que nunca pero que tuvo que hincar la rodilla ante un rival superior. Puede presumir de otro triunfo, que difícilmente consolará a las Matildas hasta que pasen los días y amaine el disgusto, pero que es tan valioso como el título. Y es que su país se ha volcado con un torneo que está batiendo todos los récords de asistencia y sobre todo con una selección que ya con su partido de cuartos se apuntó la mayor audiencia televisiva en Australia desde los Juegos de Sidney.

Pero las australianas se encontraron ayer con una selección que es objetivamente mejor y que, además, mejoró considerablemente la versión que había ofrecido ante Nigeria y Colombia en las dos eliminatorias precedentes. Inglaterra buscó el gol sin pausa pero con paciencia y sin ahorrar sudor para replegarse ante el peligroso contragolpe letal, que salvo en algunas fases del segundo tiempo llegó con cuentagotas, y que se rehízo al gol del empate de Kerr, que coincidió con el mejor momento de la anfitriona. Un equipazo que ya enamoró en la Eurocopa con su fútbol total y que tras una trayectoria más guadianesca en este torneo -llegó sin las lesionadas Mead, Williamson y Kirby y las retiradas White y Scott- parece afinar de nuevo.

Con James cumpliendo su segundo y último partido de sanción, Wiegman repitió once ante una Australia con la que Sam Kerr, a la que una inoportuna lesión muscular condenó a seguir desde el banquillo los tres partidos de la clasificación y que ha ido apareciendo después con cuentagotas, fue titular por primera vez. No se le vio demasiado en el primer tiempo con una Inglaterra mandona y una Australia replegada, que confiaba en su velocidad al contragolpe para hacer daño. Pero las “lionesses” estuvieron impecables en defensa, consiguiendo que Foord y Fowler, una de las futbolistas más destacadas de este torneo, apenas se dejaran ver, lo que dejó bastante desasistida a Kerr. Tampoco fueron muchas las ocasiones inglesas, pero sí más claras. Y la que fabricaron entre Hemp, espectacular ayer, y Russo, sirvió para que Toone colara el 0-1 por la escuadra a cinco minutos del descenso.

Australia volvió de vestuarios dispuesta a voltear el marcador. Inglaterra no renunciaba a buscar el segundo pero se mostraba algo más cauto ante el paso adelante de su rival. No le sirvió de nada porque una carrera y un zapatazo de Kerr devolvieron el empate al marcador. Llegaron los mejores minutos de una Australia reanimada pero cuando más cerca se veía el segundo gol local, volvió a golpear Inglaterra por medio de Hemp. Al contrario de su rival, las Matildas no fueron capaces de reponerse y acabaron encajando el tercero. Asistió Hemp esta vez para que sentenciara Russo.