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GUTUNAK

Bizkaia «is different»


Julian Flete

Hemos conocido esta semana como la administración autonómica que nos legisla a este lado del país va a permitir la ampliación de una cantera entre Lemoa y Bedia, argumentando que una norma aprobada en 1990 les tiene atados de pies y manos para poder limitar tal actividad.

No importa que se haya emitido informes desde Gobierno Vasco y Diputación que declaran el proyecto de un altísimo coste medio ambiental, porque la ley esta para cumplirla, nos dicen. Curiosamente, esas mismas administraciones que se amparan en la ley para proteger actividades nocivas, no han tenido ningún complejo para modificar la ley de protección de costas y dar un encaje a la carta para su próximo proyecto-marketing el Guggenheim de Urdaibai.

Y si ese argumento no es suficiente para acallar cualquier oposición, nos chantajean con la perdida de puesto de trabajo si no se realiza la ampliación. A uno le queda la duda de qué pasará con esos trabajos, cuando ya se hayan comido el monte Apario ¿Se comerán otro monte más?

Pero posiblemente los dirigentes que permiten estos «proyectos estratégicos» ya no estarán en el cargo y la patata caliente la tendrá que cocinar otro. Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que cuando una empresa tiene un proyecto controvertido entre manos, lo primero que amenaza son los puestos de trabajo para llevarse el gato al agua.

Mientras en Gipuzkoa, la regidora de Azpeitia puso los intereses del pueblo, y del cumplimiento de la ley, por encima de un dudoso proyecto empresarial, fue el mismo partido, que ahora se ampara en permisos del año 90, quien defendía que por el desarrollo económico se podía cambiar las normas que hicieran falta.

Ahora solo nos queda esperar que camuflen el estropicio en Bedia con más bidegorris y pasarelas de madera que paguemos los bizkaitarras, hasta que otra empresa toque la puerta.