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DERBI VASCO EN EL SADAR

Un Nico Williams desencadenado asalta El Sadar en el primer derbi

El Athletic sumó su primer triunfo de la temporada a costa de un Osasuna que fue perdiendo efervescencia en cuanto se vio por detrás en el marcador. Una conexión perfecta de los hermanos Williams, junto al despiste de Mojica, ocasionó el primer gol de los rojiblancos, que aumentaron la ventaja 10 minutos después, en el 20, con Nico otra vez de asistente y Guruzeta como goleador.

Ruiz de Galarreta, que repitió en el centro del campo junto a Vesga, encara a Lucas Torró. (Idoia ZABALETA | FOKU)

A la llegada de Marijaia ayer a Bilbo hay que sumarle la primera victoria del Athletic para entender la dimensión del jolgorio que se vivió en la capital vizcaina. Y es que si Marijaia, acompañada por la pregonera y la txupinera, fue la principal protagonista hacia las 19.00 de ayer, tres horas más tarde le cogió el relevo en Iruñea Nico Williams, acompañado por Iñaki Williams y Guruzeta, que marcó su segundo gol en lo que llevamos de 2023.

No fue fácil la irrupción de los rojiblancos en un Sadar a rebosar, ansioso por disfrutar del primer derbi de la temporada, que, a su vez, era el primer partido de Osasuna como local tras su histórica hazaña del curso pasado. Una hazaña que deberá empezar a rubricar el próximo jueves ante el Brujas belga, cuando Iruñea acoja la ida de la eliminatoria previa de la Conference League, por lo que los de Arrasate deberán ser eficaces a la hora de corregir los errores que les llevaron a sumar su primera derrota de la temporada.

El técnico de Berriatua, tras las buenas sensaciones que mostró su equipo en Vigo, tan solo introdujo una variación en el once inicial, la de la portería: Aitor Fernández ocupó el lugar de Sergio Herrera, que apenas tuvo trabajo la semana pasada en Balaídos. Al guardameta de Arrasate se le acumuló el trabajo poco antes del minuto 10, instante en el que Iñaki Williams encontró portería al rematar a la red un buen centro de su hermano menor, Nico. El mayor de los Williams le cogió la espalda a un Mojica que no encaró bien el centro desde el otro costado y remató a bocajarro para hacer el 0-1.

BUEN ARRANQUE DE OSASUNA

Fue un jarro de agua fría para Osasuna y para El Sadar, que vio como su equipo empezó enchufadísimo el derbi, motivado por los retos tan ilusionantes que le esperan esta temporada. Nada más comenzar el encuentro, una jugada hilvanada por Moi Gómez y Mojica no encontró rematador en el punto de penalti y en el minuto 4, Aimar Oroz se quedó con la miel en los labios después de no poder controlar un buen pase de Budimir tras una jugada colectiva que inició el propio dorsal 10 rojillo.

Los iruindarras no fueron eficaces en ese inicio fulgurante, mientras los de Valverde encontraban la llave de la eficacia cuya falta se les achaca. Y es que apenas 10 minutos después del 0-1, los rojiblancos celebraron el segundo de la noche, obra de Guruzeta, otra vez a centro de Nico Williams, que se zafó de varios zagueros locales antes de enviar un centro raso que buscó el ariete donostiarra con un movimiento que cogió totalmente desprevenida a la línea defensiva local.

El delantero del Athletic, que fue una de los novedades en el once inicial respecto al del Real Madrid, marcó así su segundo gol de 2023.

ARRASATE, CON TODO

La lesión de De Marcos a mitad de la primera parte y la tonta expulsión de Oihan Sancet -otra de las novedades en el once- antes de llegar a la hora de juego tras un rifirrafe con David García que el árbitro solucionó amonestando a los dos, trastocaron los planes de Valverde y avivió a un Osasuna que necesitaba de algún ingrediente para meterse otras vez en el partido. Arnáiz y Chimy entraron en juego por Torró y Rubén García, y el argentino tardó tan solo dos minutos en servir una buena asistencia que no enganchó bien Moi Gómez.

Arrasate quiso poner toda la carne en el asador e hizo debutar a Raúl García de Haro, para encarar el tramo final con tres delanteros además de Arnáiz y Moi Gómez, jugadores también ofensivos. El rosarino fue el jugador destacado de la parte final, tanto por lo bueno como por lo malo. Y es que si de sus pies nació prácticamente todo el peligro que supo gestionar de maravilla un Unai Simón que sostuvo a su equipo, una entrada inexplicable en el tiempo de añadido le acarreó la expulsión directa y un mosqueo más de Arrasate.