Arnaitz GORRITI
VUELTA 2023

Kaden Groves despierta antes el día de la siesta en Burriana

A la espera de la llegada de hoy del pelotón al Pico del Buitre, esta quinta jornada de la ronda española se caracterizó por el tedio. Evenepoel obtuvo seis segundos de bonificación en un sprint intermedio.

Kaden Groves levanta los brazos de nuevo en esta Vuelta.
Kaden Groves levanta los brazos de nuevo en esta Vuelta. (José JORDÁN | AFP PHOTO)

El australiano Kaden Groves (Alpecin Deceuninck encadenaba ayer su segunda victoria en esta Vuelta 2023, en una quinta etapa ideal para echarse una siesta, en el que el recorrido sinuoso entre Morella y Burriana, en la provincia de Castellón, no modificaba gran cosa en lo que se refiere a la carrera. Solo los seis segundos de bonificación que el líder, Remnco Evenepoel, conquistaba en un sprint intermedio y la pelea que Groves tuvo con el italiano Filippo Ganna (Ineos) en la recta final de Burriana azuzaron algo el tedio de una jornada que pagó los platos rotos de llegar la víspera a otro final en alto. Y es que hoy se disputa la sexta etapa entra La Vall D'uixó y el Pico del Buitre-Observatorio Astrofísico de Javalambre, con un recorrido de 183,1 kilómetros.

Por no haber, no hubo ni una fuga de verdad que animara este quinto asalto de la ronda hispana. Solo el uruguayo Eric Fagúndez (Burgos BH) ejercía de protagonista de la jornada en un intento suicida, sin compañía de ningún otro aventurero, y con el pelotón tomándose la jornada con toda la calma del mundo, por más que los primeros kilómetros, transcurridos en los caminos siempre incómodos del Maestrazgo, pudieran invitar en principio a azuzar mínimamente el pelotón.

Ni modo. Fagúndez se encontró compuesto y en solitario ante un gran grupo abúlico que le dejó hacer, sabedor de que iba a caer como fruta madura, sobre todo en el momento de llegar a las rampas del Collado de la Ibola, de segunda categoría.

UN LÍDER MÁS LÍDER

En esas rampas terminó la aventura del primer uruguayo en la historia de la Vuelta, pero es que el pelotón decidió no moverse.

Por ende, el único momento momento de cierto interés se vivió en el sprint intermedio de Nules, en el que el propio líder de la prueba decidía meterse en pos de los puntos y, sobre todo, los segundos de bonificación. Además, Evenepoel contó con el beneplácito del propio Kaden Groves, que al ver el maillot rojo metido en ese embolado, optaba por no apretar del todo. Es más, ambos tuvieron una amigable charla en la meta de Burriana, en la que aparte del agradecimiento de Evenepoel al australiano, este le indicaba al líder que se lo hiciera saber la próxima vez.

Una vez pasado el ligero sobresalto, el pelotón enfiló su punta de lanza hacia Burriana, ya con la costa del Mediterráneo a la vista. Una caída sin ningún nombre propio importante en el lote a poquito más de los tres últimos kilómetros para la meta, fue el único momento de duda de una llegada en la que el conjunto Alpecin dominó con maestría.

Con todo, Groves se encontró con un Filippo Ganna guerrillero y eficiente en la llegada masiva, que obligaba al australiano a hacer un sprint sin bromas. La victoria del sprinter oceánico no tuvo duda alguna, pero le tocó pelearlo hasta el metro final.