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La cumbre climática africana demanda más inversiones y alivio de la deuda

La cumbre africana sobre el clima pidió reformas que alivien la deuda de los países africanos para que estos puedan acometer proyectos en energías renovables en las que el continente se considera una potencia sin desarrollar. La cumbre comenzó con críticas por centrarse en cuestiones financieras alineadas con intereses de países ricos.

Activistas protestaron en Nairobi la víspera del inicio de la cumbre. (Suleiman MBATIAH | AFP)

La financiación de los países más empobrecidos para hacer frente a las emergencias climáticas y a la lucha contra el calentamiento global, pendiente en todas las citas internacionales sobre el clima, protagoniza también la cumbre africana sobre el clima que comenzó ayer en Nairobi.

Los participantes pidieron sobre todo una reforma del sistema financiero internacional para aliviar la carga de la deuda que pesa sobre los países africanos y les impide desarrollar lo que consideran su «potencial único» para las energías renovables.

La cumbre tiene el objetivo de atraer financiación internacional para «proyectos verdes» en un continente que alberga a 1.400 millones de personas en 54 países política y económicamente diversos y cuyos Estados buscan la senda del crecimiento económico pese a que, al mismo tiempo, están obligados a luchar contra el calentamiento global que lo golpea duramente con fenómenos meteorológicos extremos que agravan la inseguridad alimentaria, la caída de la productividad agrícola y provocan desplazamientos y conflictos.

«África tiene la clave para acelerar la descarbonización de la economía global», afirmó el presidente de Kenia, William Ruto, en su discurso de apertura, calificando al continente como una «potencia con un potencial sin explotar».

No obstante, indicó que sin un «régimen justo» que ofrezca alivio de la deuda e inversiones asequibles, el continente no podrá materializar ese «potencial verde». «Queremos un sistema financiero justo que trate a todos por igual», demandó.

A pesar de su riqueza en recursos naturales, solo el 3% de las inversiones energéticas del mundo se realizan actualmente en el continente africano, que reclama su lugar en un modelo de desarrollo que contradice los objetivos climáticos. «Nuestro objetivo es la prosperidad, no solo la supervivencia», insistió Ken Ofori-Atta, ministro de Finanzas de Ghana y presidente del V20, una agrupación de más de 50 países vulnerables al cambio climático.

Tras instar al mundo a hacer de África «una superpotencia de las energías renovables», el secretario general de la ONU, António Guterres, también pidió la reforma de este sistema «obsoleto, injusto y disfuncional».

UNA POSICIÓN COMÚN PARA LA COP28

Jefes de Estado y de Gobierno, ministros y líderes económicos de África y otros países abrieron así cuatro meses de negociaciones internacionales sobre el clima, que culminarán con la COP28 en Dubai, de finales de noviembre a principios de diciembre, donde pretenden presentar una posición común.

Para intentar alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a «muy por debajo» de dos grados Celsius desde la época preindustrial, y a 1,5°C si es posible, la Agencia Internacional de la Energía estima que las inversiones deberán alcanzar los 1.852 millones de euros al año dentro de una década, ocho veces más que actualmente.

Sin embargo, el énfasis de la cumbre en las cuestiones financieras suscita la oposición de defensores del medio ambiente, que consideran que el enfoque está demasiado alineado con los intereses de los países ricos.

El lunes, cientos de personas se manifestaron cerca de la sede de la cumbre para denunciar su «agenda profundamente corrupta». Las ONG critican, sobre todo, los merca- dos de créditos de carbono, que denuncian como una falsa solución que libera a los países ricos de limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero a cambio de dinero.

Varias investigaciones han revelado la baja calidad de algunos de esos créditos y violaciones de los derechos de las comunidades locales implicadas.



EAU prepara su COP28 con la promesa de 4.100 millones

Países extranjeros quieren aprovechar la petición de los Estados africanos de inversiones energéticas, entre ellos, Emiratos Árabes Unidos (EAU), que acogerá la próxima conferencia de la ONU sobre el clima (COP28) a finales de año, pese a sus planes de expansión de su industria de los combustibles fósiles. EAU prometió ayer 4.100 millones de euros de inversión en «energías limpias» en África para desarrollar 15 gigavatios para 2030, según Sultan al-Jaber, que dirige la compañía petrolera nacional de Emiratos Adnoc y a la vez la compañía de energía renovable Masdar. Al-Jaber presidirá los debates de la COP28, sobre la que Amnistía Internacional ha denunciado que EAU trata de acomodar los intereses de la industria de combustibles fósiles, que minimiza las violaciones de derechos humanos asociadas a ella como el «coste de hacer negocios», a la vez que acalla las voces críticas.GARA