Ayer tuvimos una etapa tranquila, de transición, para recuperar para los días que vienen. Nos toca meternos en la fuga siemre, como al Burgos, al ser los equipos invitados y por suerte no me tocó a mí. Metimos a Abel, que hizo un buen trabajo, y el resto intentamos llevar a Orluis. Quizás pasamos demasiado rápido adelante porque el final era muy ancho y la llegada fue bastante amplia, no había complicaciones y así ganó uno de los más fuertes al sprint. Aular fue octavo dentro de la muy buena Vuelta que estamos haciendo.

La pena es que en estos dos días muy duros no tenemos a Cepeda, que le venían muy bien estas etapas. Es un día de alta montaña, no tenemos corredores que nos adaptemos bien a puertos tan duros e intentaremos hacer lo que podamos. Nunca he subido el Tourmalet, solo en coche cuando iba a esquiar, y me lo tomaré como un día para disfrutar al máximo, ver el paisaje, pasarlo lo mejor posible y gastar las mínimas fuerzas porque la etapa que tenemos todos marcada es la del domingo en Lekunberri.

Los de hoy no son puertos que le vengan mal a Remco, no creo que muestre debilidad, y no sé qué hará Jumbo porque tienen tres líderes que están muy bien, pero para no tirar con los demás igual juegan al ataque desde lejos.