Michela Murgia
La lengua más hablada en esta isla es el silencio», afirmó la escritora sarda Michela Murgia (Cabras, 1972), italiana pero partidaria de la independencia de su isla; en 2008 escribió “Viaje por Cerdeña”, y en 2010 su gran éxito “La acabadora”, cuya protagonista, la modista Bonaria Urrai, adopta a María, una niña cuyos padres no pueden atender - “hija del alma”-, pero es además en la Córcega rural de los años 50 la mujer que se encarga de acompañar a quienes se asoman a la muerte. Murgia tenía también cuatro hijos adoptados, lo que bautizó como su “familia queer”. Católica, estudió Teología, estaba a favor de la eutanasia, era una feminista combativa y defensora acérrima de los derechos LGTBI. El pasado mayo reveló que padecía un cáncer terminal, y a pesar de ello se reconocía una mujer afortunada y en paz; solo lamentaba morirse en una Italia «carcomida por el gobierno fascista», al que ella siempre había plantado cara.
Murgia fue una de las más destacadas y activas intelectuales italianas, de hecho no se definía como escritora sino como una activista que utiliza la literatura con fines políticos; por eso fue blanco en las redes de los furibundos ataques de la extrema derecha. Novelista, dramaturga, ensayista y columnista; “Ave María”, en la que conjugó su catolicismo y su feminismo, y “God Save the Queer”, en la que reinterpreta la figura de la madre de Jesucristo en clave antipatriarcal, son sus dos últimas y aún no traducidas obras. Michela Murgia murió en Roma este pasado agosto a los 51 años.