Primoz Roglic, Jonas Vingegaard y Sepp Kuss, que sigue líder, lograron el segundo triplete del Jumbo en esta Vuelta tras el del Tourmalet en la decimoséptima etapa entre Ribadesella y el Angliru, de solo 122,6 kilómetros, donde Bahrain anuló otro intento de exhibición de Evenepoel y el equipo dominador de la carrera remató su trabajo para sentenciar el podio salvo que pase algo sorprendente en las cuatro etapas que quedan.

El esloveno aceleró a tres del alto de un quinteto con los tres líderes del Jumbo, Poels, que realizó la selección, y Mikel Landa, que intentó seguirlo sin lograrlo, y Kuss y Vingegaard se marcharon a 2,5 de meta con él. El norteamericano, el día que cumplía 29 años, se quedó descolgado poco después sin poder seguir el ritmo de Roglic y sus dos líderes no lo esperaron. Sí aguantó la rueda de Mikel Landa y peleó la bonificación al alavés para llegar tercero a 19 segundos y mantener el liderato con solo ocho de ventaja al ganador del Tour, que no disputó la victoria al vencedor del Giro.

«TENEMOS BUEN ROLLO»

Sepp Kuss aclaró en TVE ante todos los comentarios que rodean al Jumbo que «en el día de descanso tuvimos una reunión entre nosotros y decidimos que el más fuerte debe ganar la carrera. No vamos a atacarnos entre nosotros y ponernos en peligro, pero tampoco queríamos terminar la Vuelta sabiendo que pudimos hacer algo más. En el ciclismo es una pena frenarse cuando quieres atacar o hacer la carrera a tu manera».

Añadió que cuando quedó descolgado a dos kilómetros del alto «les dije por el pinganillo que siguieran adelante y pude ir a mi ritmo con Mikel Landa detrás. Había una diferencia de quince segundos y he podido mantener mi liderato en la general. No es una competición entre nosotros. Son mis amigos, estamos disfrutando de este momento porque tenemos una buena forma, buenas sensaciones y un buen equipo y hay buen rollo entre nosotros tres. Para mí es mi única oportunidad para ganar una grande y es muy especial, pero quiero hacerlo bien y saber que he ganado la carrera de verdad».

Mikel Landa, por su parte, declaró tras su mejor etapa en esta Vuelta que «me he encontrado muy bien. Quedan dos días muy duros y estoy motivado para lo que queda. Teníamos marcada la etapa y ha salido de diez. Estoy muy contento con el equipo».

Bahrain fue, junto al Jumbo, el equipo más fuerte de la etapa al llegar con cinco corredores en cabeza al último puerto para anular a 5,5 de meta el intento de Evenepoel de buscar una tercera victoria en esta Vuelta en el Angliru. Peleó desde la salida como se esperaba con la ayuda de su equipo por entrar en la fuga y se marchó a 70 de meta con su compañero Mattia Cattaneo y Germani (Groupama), que no pudo seguirlos. Jumbo primero y Bahrain, que tiró en los dos últimos puertos, le dejaron sin opciones.

ÚLTIMO FINAL EN ALTO

La etapa de hoy, entre Pola de Allande y La Cruz de Linares, de 178,9 kilómetros, presenta el tercer final en alto consecutivo, el último de la Vuelta, en un puerto de Primera de 8,3 kms. al 8,6%, que se sube dos veces en la parte final.