Amaia U. LASAGABASTER
LIGA F

Todo salió mal en un día para olvidar

Derrota de la Real ante el Granada, que aprovechó un error garrafal para adelantarse pronto y, con el viento a favor, fue superior. Las donostiarras, además, jugaron una hora en inferioridad por la expulsión de Ane Etxezarreta.

Mingueza controla el balón ante Franssi.
Mingueza controla el balón ante Franssi. (LALIGA)

Granada seguirá siendo una tierra querida para la Real porque muy gordo tiene que ser el disgusto para poder con un título. Pero la sonrisa de las donostiarras ya no será tan amplia al recordar la ciudad andaluza, al menos hasta que puedan resarcirse de un inicio de temporada para olvidar.

Todo les salió mal en el nuevo Los Cármenes, donde las locales aprovecharon un error para adelantarse pronto y, con el viento a favor, fueron superiores. Jugaron, además, una hora en superioridad, después de que Etxezarreta viera la roja directa por una fea e incomprensible entrada.

Sin pesarle el escenario ni la nueva categoría, el Granada salió a por el partido. Y se encontró con la temprana colaboración del rival. Pese a la presencia considerable de futbolistas rojiblancas en el área, Lete sacaba de puerta en corto, Iris Arnáiz cedía flojo atrás, Tejada se dormía y a Andrea Gómez le daba para rematar dos veces, primero encontrándose con la respuesta de Lete y después haciendo el 1-0.

Algo bueno ya tuvo el partido, la reacción de una Real que no maravillaba pero por lo menos buscaba a Sandra con ganas y mucha gente. Poco antes de la media hora, Franssi dejaba de tacón para que Amaiur empatara.

Cambió el guión del partido pero no como cabía esperar. Cuatro minutos después, Etxezarreta veía la roja por una dura entrada sobre Naima, una acción tan fea como inexplicable en una jugadora de su experiencia.

Natalia Arroyo retrasó la posición de Iris Arnáiz para acompañar a Tejada pero su equipo, que quedó muy tocado, necesitaba algo más. Sobre todo porque el Granada se vino arriba y empezó a apretar en busca del segundo. Un chutazo de Andrea Gómez, a la que las txuri-urdin fueron incapaces de frenar todo el partido, se estrellaba en el palo y después Lete salvaba ante Edna, que recibía un gran balón para entrar en el área. El partido llegaba al descanso con la Real boqueando.

Regresaron las guipuzcoanas de vestuarios con Aparicio en lugar de Arnaiz y mejor apariencia, que lamentablemente no les duró demasiado. El equipo local aprovechó su superioridad y la flojera de un rival que tampoco antes de la expulsión había estado cómodo para tener el balón casi siempre en la parcela txuri-urdin y moverlo con peligro a menudo. El gol era cuestión de tiempo y acabó llegando en el 58, con un balón largo en busca de Edna. La sevillana, todo potencia, se fue de Izarne para plantarse en el área y batir a Lete, estableciendo el 2-1.

Fue el definitivo. Arroyo trató de resistirse a lo inevitable realizando cuatro cambios de una tacada pero en poco cambió la imagen de un partido en el que el Granada no vio peligrar ya su ventaja.