Venta a pérdida de carburantes desde el 1 de diciembre en Ipar Euskal Herria
La escalada de los precios hace mella en las cuentas domésticas, pero también condiciona la agenda gubernamental. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, levantará el veto que rige desde 1963 a la venta a pérdida para que las estaciones de servicio puedan vender carburante por debajo de su coste a partir del próximo 1 de diciembre.
El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, aspira a que, a partir del próximo 1 de diciembre, las estaciones de servicio puedan «vender a pérdida» sus productos, esto es, por debajo de su coste.
Esa medida, que venía rumiándose desde semanas atrás, obliga a una modificación legal, ya que la ley francesa no autoriza a vender por debajo del precio de costo.
De hecho, pese a que en diversas ocasiones el Gobierno ha hecho amago de cambiar la ley, esa prohibición de venta a pérdida, que data de 1963, sigue hoy por hoy vigente.
El propio Bruno Le Maire, bien activo en la denuncia de estrategias de «dumping» cuando afectan a otros Estados, explicó ayer que esa medida del todo extraordinaria con la que espera que las distribuidoras absorban una parte del alza de precios no podrá entrar en vigor de inmediato, ya que la Asamblea Nacional deberá aprobar la ley que haga posible esa venta a pérdida.
«Nuestro método de trabajo pasa por comprometer a todo el mundo, al conjunto de los actores económicos, en esta lucha contra la inflación, ya que el Estado no puede soportar él solo el costo de la inflación sin ahondar en el déficit», explica Le Maire.
De acuerdo a la agencia AFP, el proyecto de ley será presentado al Consejo de Ministros el 27 de septiembre.
De este modo, la tramitación parlamentaria podría completarse en el mes de octubre, siempre según los cálculos del Ministerio de Economía galo.
INDEPENDIENTES, EN APUROS
Está por ver cuántas distribuidoras se prestarán a vender a pérdida. Las estaciones de servicio independientes tienen difícil renunciar a su beneficio mientras que, como ya ocurre actualmente con enseñas como Leclerc, las grandes superficies pueden estar más interesadas en usar un precio de carburante competitivo para atraer o fidelizar clientela.
En torno a un tercio de las más de 10.000 estaciones de servicio existentes en el Estado francés están gestionadas por TotalEnergies (3.400), y la mitad trabaja bajo la marca de una enseña de la gran distribución comercial. El resto son operadores independientes.
«Mis socios viven entre un 40% y un 50% de la venta del carburante, con lo que si se ven forzados a vender a pérdida muchos de ellos no aguantarán más de tres meses», advierte, con indignación, Francis Pousse, presidente del sindicato profesional Mobilians, que representa a unas 5.800 estaciones de servicio que trabajan al margen de los hipermercados.
Pousse aclara que numerosos distribuidores han vendido carburante a precio de costo en los últimos meses, cara a sujetar los precios por debajo de la barrera sicológica de los dos euros el litro, y remarca que muchos están dispuestos a mantener el «esfuerzo» hasta finales de año.