Arturo PUENTE
Periodista
JOPUNTUA

El valor de las imágenes falsas

Igual que el dibujo de un cuerpo desnudo dejó de causar escándalo e impresión cuando se hizo habitual, la imagen realista de unos genitales falsos asociados a la cara de una persona real perderá novedad e interés cuando se generalice.

Porque se generalizará. La inteligencia artificial lo permite y lo facilita, está a dos clics de ratón, o de pantalla de móvil, y los falsos desnudos existirán. Aceptémoslo cuanto antes.

La extensión de las aplicaciones de inteligencia artificial ha hecho que ya tengamos los primeros disgustos en un tema tan sensible como son los menores. Unos adolescentes extremeños han sido identificados por la Policía porque utilizaron uno de estos programas para generar imágenes falsas de sus compañeras de clase desnudas, que se pasaron a través de las redes sociales.

Es un hecho reprobable y a los autores les debe quedar claro que sexualizar y cosificar a sus compañeras está mal y tiene consecuencias. Y es importante ofrecer todo el apoyo a las chicas que pueden sentir que se han revelado imágenes en situaciones íntimas, un impacto psicológico que nadie debería sufrir.

Pero también debemos entender y explicar que, aunque parezca muy similar, tiene poco que ver robar un desnudo real a una chica menor y distribuirla que dibujar a una persona desnuda. Por muy realista que sea este dibujo. Por muchas confusiones que pueda generar. Por muy desnudo que el representado pueda sentirse.

Lo que las aplicaciones de inteligencia artificial crean son imágenes falsas, ficticias, no es diferente a un dibujo de un retrato al carboncillo, con la diferencia de que en un caso así el pintor ha podido ver al modelo desnudo, mientras que la inteligencia artificial solo puede figurarlo a partir de otros cuerpos sin ropa.

A partir de aquí la pregunta es cuánto valor queremos darle a imágenes falsas, por mucho que nos puedan chocar cuando nos afectan personalmente.