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REAL

El gol de Carlos Fernández da la primera victoria fuera con los menos habituales

Imanol introdujo siete cambios con respecto al equipo que ganó el domingo al Getafe y, aunque sufrió en los minutos iniciales, marcó en la única jugada de ataque realista del primer tiempo y aprovechó que el Valencia se quedó con diez antes del descanso.

Beñat Turrientes y Carlos Fernández celebran el gol que dio la victoria a la Real. (AGENCIA LOF)

La Real logró ayer en Valencia su primera victoria fuera de casa y la segunda consecutiva en un partido en el que además descansaron la mayoría de los titulares ante la cercanía del derbi del sábado en Anoeta contra el Athletic y la visita el martes al Salzburgo en la Liga de Campeones.

Hasta ahora el equipo blanquiazul había acusado la ausencia de los titulares, la poca aportación de su banquillo y de los delanteros centros y por eso es muy importante ganar con tantas rotaciones, imprescindibles, y con el primer gol de Carlos Fernández para que los menos habituales y el sevillano cojan confianza y los que han asumido el peso del equipo hasta ahora descansen.

Imanol dio un respiro a los más utilizados y, si ante el Getafe hizo cuatro cambios con respecto al once utilizado en los tres encuentros anteriores, en Mestalla introdujo siete con el partido del domingo. Solo repitieron de inicio Remiro, Traoré, Urko González de Zarate y Turrientes. Zubimendi volvió a quedarse en el banquillo y Aritz Elustondo jugó sus primeros minutos de esta temporada y acabó el partido.

Rubén Baraja tenía un día más de margen al jugar el sábado el anterior partido, repitieron ocho de los titulares de Almería y el Valencia comenzó mejor con un buen disparo de Javi Guerra y un cabezazo de Amallah al que respondió Remiro con una buena parada en el primer cuarto de hora.

La Real jugó diferente con un equipo con solo cinco de los más utilizados por Imanol, que renunció a la presión en campo rival, intentó defender muy junta con tres medios centros y con la posesión de balón, pero sin llegar al área rival hasta que Tierney dio un gran pase a Carlos Fernández, que marcó su primer gol de la temporada a la media vuelta cuando hasta entonces el Valencia había sido superior.

A partir de ahí el equipo guipuzcoano estuvo mejor, el Valencia perdió la iniciativa en el juego y antes del descanso se quedó con diez por dos tarjetas amarillas vistas en tres minutos por Amallah.

A EVITAR RIESGOS

Para evitar el riesgo de que Hernández Hernández quisiera compensar la expulsión, Imanol retiró en el descanso a dos de los jugadores con tarjeta, Traoré y Urko González de Zarate, para dar los primeros minutos en Liga a Odriozola y devolver el timón del equipo a Zubimendi. Luego retiró a Pacheco, que también había visto una amarilla tras pedir su expulsión el publico y el equipo valencianista, y con la entrada de Brais y Zubeldia acabó con más titulares en un partido que en teoría exigía menos desgaste.

Con uno más y tres medios centros de mucha calidad, la Real buscó tener la posesión del balón y el control del partido con su superioridad numérica y técnica, pero concedió algunas opciones al Valencia en la parte final que desbarató Tierney con Remiro fuera de sitio y en una falta cabeceada fuera por Yaremchuk. El Valencia acabó mejor, asumió más riesgos con una desesperación que llevó a Mosquera a realizar una dura entrada a Martín Zubimendi que podía haber sido sancionada con tarjeta roja.

Curiosamente la Real jugó peor cuando más titulares tenía en el campo porque no supo aprovechar la superioridad numéricas ni la calidad de su centro del campo titular ante un Valencia con mucho orgullo y el vigor que aporta desde el banquillo Rubén Baraja.

Sin nada que perder, adelantó lineas para buscar el empate y acosó a la Real, que aguantó el resultado, pero no acabó bien y tuvo la suerte de que Hernández Hernández no sancionó con la segunda amarilla una dura entrada de Mikel Merino en el tiempo añadido, lo que le permitirá jugar el derbi del sábado en Anoeta.

Por eso todo le salió bien ayer a la Real, que ya se coloca quinta con doce puntos y solo le puede superar el Atlético de Madrid. Además se permitió el lujo de repartir los minutos sin llegar a utilizar a los dos jugadores que mejor han comenzado la temporada, Ander Barrenetxea y Take Kubo, que podrán aportar más frescura ante el Athletic y el Salzburgo.