Abandono por indisposición

Sin cocinar la noticia: un joven jugador del Barça que lleva camino de convertirse en una estrella mundial abandonó el campo de fútbol durante un partido de la Liga de Campeones por una indisposición gastrointestinal y dejó a su equipo unos minutos con diez hasta que los entrenadores y preparadores vieron que no salía de la letrina y tuvieron que efectuar un cambio de urgencia. Fin de la cita. ¿Es una posible metáfora aplicable en alguna medida al actual estado político actual? Inspirados por esta circunstancia tan comprensible, observar la cara y la gestualidad de todos los muñecones que aparecen de manera insistente en nuestras pantallas para mentirnos, aliviarnos la potencia aplicable a la credibilidad y aumentar nuestras angustias vitales, nos da por entrar en un juego conspiranoico de entender quién anda con apretón, quién se ha aliviado antes de entrar en el plató y quién lleva pañales desde hace unas semanas.

Se podrían poner frente a otro juego de espejos y abrir una brecha insuperable debido a la confirmación de una generación de dirigentes del PSOE que, si antes nos parecían muy poco tendentes a tomar medidas socialdemócratas, ahora se revelan como furibundos integrantes del social liberalismo más retrógrado y que, con el paso de los años, han entrado en el club de los tontos inútiles. El bellotari por excelencia, el expresidente de Extremadura Rodríguez Ibarra ha culminado la muestra de decadencia comparando la supuesta y mítica amnistía sanchista con una violación. Hubiera sido mucho mejor defecar en privado o abandonar el atrio por indisposición.