GARA Euskal Herriko egunkaria
SAW X

Nuevo escenario para los mismos juegos


A estas alturas, todo el mundo conoce los macabros juegos y torturas planteados por el asesino sicópata Jigsaw. Sus películas se resumen en un ritmo narrativo ágil y sinuoso, con muertes espectaculares, trampas inusuales y giros argumentales tan sorprendentes que la lógica o la coherencia pasen a un segundo plano.

Sin embargo, a lo largo de sus casi veinte años de existencia, esta franquicia ha acumulado una legión de seguidores cautivados por su fórmula infalible. Siguiendo una línea cronológica estricta, esta nueva película narra eventos que ocurrieron entre las dos primeras entregas, sin una conexión fuerte con ambas. Es una película tan independiente que es fácil de seguir su historia, incluso para quienes no recuerden los eventos de dichas películas.

Es posible que ni siquiera sea necesario verlas, pero, por supuesto, no está de más conocer los motivos que llevaron a John Kramer a convertirse en un drástico “purificador de almas” que secuestra a delincuentes y los somete a sádicos “juegos” con los que pretende enseñar el gran valor de la vida a quienes la van a perder de manera inmediata y dolorosa.

Siempre y cuando, claro está, el jugador sobreviva al juego planteado. En “Saw X”, un grupo de estafadores recibirá un escarmiento letal después de haberse cruzado con la persona equivocada. Después de enterarse de la posibilidad de una cura para su cáncer terminal, el asesino que se hace llamar Jigsaw, viaja a la Ciudad de México y se somete a un costoso tratamiento experimental que resulta ser una farsa. Una vez descubierta la verdad, él y su seguidora, Amanda Young, persiguen a todos los involucrados en la mentira y los llevan al interior de una fábrica abandonada que servirá como sórdida escenografía para los retorcidos juegos.