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ATAQUE SORPRESA EN GAZA

Con más de mil muertos, la guerra amenaza con desbordar Palestina

Los más de mil muertos en la guerra abierta tras el golpe histórico de las milicias palestinas a Israel -más de 700 muertos y cien secuestrados- y la amenaza israelí de dejar Gaza en ruinas pueden ser solo el principio de un conflicto que amenaza con extenderse a Líbano, apunta al apoyo de Irán en la ofensiva palestina y lleva a EEUU a un despliegue especial en el Mediterráneo.

Varios palestinos inspeccionan las ruinas de un edificio destruido por los bombardeos israelíes en Gaza. (Mahmud HAMS | AFP)

Con más de mil muertos en menos de 48 horas, la guerra abierta entre Israel y las milicias palestinas amenaza con extenderse a Líbano, implicar a otros países, agravar las consecuencias y alargarse en el tiempo.

Más de 700 israelíes han muerto y 2.150 se encuentran heridos, 360 de ellos en estado crítico, según el balance de ayer de las autoridades israelíes, tras la ofensiva lanzada desde Gaza el pasado sábado que sorprendió y humilló a una de las fuerzas militares y de espionaje más preparadas del mundo.

Israel no había sufrido tal cantidad de víctimas en poco más de un día en toda su historia, desde su creación en 1948, pese a que prácticamente ha vivido en guerra y constante conflicto con sus vecinos y con la población ocupada.

Al menos 74 de los israelíes fallecidos son militares o miembros de fuerzas de seguridad, entre los que se encuentran tres coroneles, entre ellos el comandante de la unidad Rabbi Mimdit, Roi Yosef Levy, y dos capitanes.

En la respuesta de Israel al atacar Gaza, al menos habían muerto ya 413 personas y otras 2.300 estaban heridas.

A la vez, el Ejército israelí desplegó decenas de miles de soldados para recuperar el control total de las regiones cercanas a la Franja de Gaza, un objetivo que aún ayer no había conseguido totalmente.

Así, lograron tomar la comisaría de policía de Sderot, después de haber matado a 10 palestinos en un edificio que quedó totalmente destruido, pero los combates continuaban en Ashkelon y Ashdod, entre otras localidades donde los gazatíes llevaban a cabo nuevas incursiones.

Además, Israel evacuó 25 asentamientos para peinar la zona y buscar a cientos de milicianos que seguían combatiendo, pese a lo que Hamas envió nuevos combatientes y más armamento para reforzarlos, a la vez que lanzaba de nuevo más de 100 cohetes desde Gaza hacia las localidades israelíes colindantes.

La declaración del estado de guerra por parte del Consejo de Seguridad de Israel hizo oficial la medida avanzada por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y que hoy será activada por el Parlamento. Esta declaración oficial de guerra refuerza aún más el margen de maniobra del Ejército, que apenas cuenta con límites en el caso de los palestinos, y le capacitaría para iniciar una invasión por tierra de la Franja de Gaza, donde amenaza con barrer a Hamas.

CIEN REHENES

Netanyahu avisó el sábado de que su país se ha embarcado «en una guerra larga y difícil» y que va a continuar «sin tregua hasta alcanzar los objetivos, el primero de los cuales es matar a todos los terroristas presentes en Israel», según el portavoz del Ejército, general Daniel Hagari.

Pero en esta ocasión se enfrenta a un problema inédito para el régimen sionista. Las milicias palestinas cuentan tras su operación con más de un centenar de rehenes, tanto civiles como militares, cuyo estado de salud no estaba claro, y con los que quieren negociar la liberación de prisioneros. «Este es nuestro 11 de septiembre», describió el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Richard Hecht, el trauma que ha supuesto este golpe para la sociedad israelí.

Israel ha pedido a Egipto que interceda para negociar la liberación de los prisioneros como una de las condiciones para frenar el conflicto.

Egipto, al igual que Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí mantienen contactos para escuchar las condiciones de ambas partes.

Simultáneamente, Israel afirmó que en los bombardeos sobre Gaza mató a 400 «terroristas» y destruyó edificios que presentó como «centros de mando», «infraestructura terrorista» y «residencias de los comandantes» de Hamas.

Sin embargo, Médicos Sin Fronteras informó de que al menos un ataque afectó a un hospital provocando varias muertes. También tres escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) resultaron dañadas en los bombardeos. Más de 20.300 palestinos han buscado refugio en alguna de sus 44 escuelas de la Franja de Gaza

«La noche ha sido muy dura. Sin electricidad y con fuertes y constantes bombardeos», señaló este organismo.

«Les digo a los residentes de Gaza: váyanse ahora porque actuaremos con fuerza. Todos los lugares en los que Hamas está desplegado, escondido y operando, los convertiremos en islas de escombros», había amenazado la víspera Netanyahu a un territorio que el propio Israel bloquea hace 16 años impidiendo el movimiento de los palestinos.

LÍBANO, EGIPTO, EEUU...

Pero la guerra amenaza con extenderse más allá de Palestina. El grupo chií libanés Hizbulah atacó con morteros y misiles guiados posiciones de Israel, que respondió con bombardeos en las Granjas de Chebaa y las colinas de Kfar Shubak, donde al menos un bebé y un niño resultaron heridos.

Hizbulah afirmó que estos ataques se realizaron en el «camino hacia la liberación de lo que queda de nuestra tierra libanesa ocupada, y en solidaridad con la victoriosa resistencia palestina y el luchador y paciente pueblo palestino».

Israel ya libró una guerra en 2006 contra las fuerzas de Hizbulah en Líbano, y desde entonces ambos países siguen técnicamente en guerra.

APOYO DE IRÁN

La guerra puede además implicar a otros actores. Un portavoz de Hamas dijo a la BBC que el grupo contó con el apoyo de Irán para lanzar el ataque sorpresa del sábado. Teherán no habló de ese supuesto apoyo pero el Gobierno israelí no duda de ello y el presidente iraní, Ebrahim Raissi, habló ayer por teléfono con los líderes de Hamas, Ismail Haniye, y la Yihad Islámica, Ziad al Najala.

Lo que sí hizo Irán fue celebrar la operación con felicitaciones y fuegos artificiales en Teherán. «Adelante, en el nombre de dios», arengó en árabe el líder supremo iraní Ali Jameneí, en un vídeo publicado en su página web. «La decadencia del régimen sionista ha comenzado y no se detendrá», añadió. En el Parlamento iraní se vivieron escenas de júbilo, con los diputados en pie gritando «Israel será destruida, Palestina vencerá».

En Egipto, un policía tiroteó un autobús de turistas israelíes y mató a dos de ellos en Alejandría, en un incidente en el que también murió el guía egipcio. Por temor a más reacciones similares Israel pidió a los residentes en países de Oriente Próximo que regresen a su país.

La ofensiva sorpresa lanzada el sábado en pleno shabat comenzó con el bombardeo de las torres de vigilancia y los sistemas de defensa israelíes en la frontera. Le siguió el disparo de cientos de cohetes mientras cientos de milicianos salieron de Gaza en lanchas, camionetas, motos y ultraligeros y atacaron tanto posiciones militares como a civiles en la calle.

Un ex soldado israelí dijo que la guerra de 1973, que sigue siendo un trauma nacional en Israel, era un «asunto menor» en comparación con este ataque, lanzado justo 50 años y un día después.