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PROTESTA UNIONISTA EN BARCELONA

«¡Puigdemont a prisión, no a la amnistía!»

La marcha de Societat Civil Catalana, celebrada ayer en las calles de Barcelona, se convirtió en un nuevo acto de exaltación españolista. Tras la renuncia del PSC a participar en la movilización, la convocatoria evidenció la pugna entre PP, Vox y Ciudadanos para capitalizar el rechazo al soberanismo en un ambiente ultra y reaccionario.

Aspecto a la movilización unionista de ayer en Barcelona. (Paul BARRENA | AFP)

Un lenguaje más propio de tiempos pretéritos y lemas destinados a presentar a Pedro Sánchez como el gran «traidor» de las esencias patrias. Al fin y al cabo, la manifestación convocada ayer en Barcelona confirmó lo que se preveía una vez el PSC anunció la decisión de no acudir. Las negociaciones para la investidura con ERC y Junts hacían incompatible su asistencia a una movilización cuyo lema, ‘’!No en mi nombre. Ni amnistía ni autodeterminación!’’, intentó mesurar el grado de rechazo social a un posible acuerdo del PSOE con el soberanismo catalán que permita cerrar el ciclo de represión y encauzar la resolución dialogada al conflicto a lo largo de la próxima legislatura.

En este contexto, no es de extrañar que la derecha se apoderara de un acto que no consiguió llenar el paseo de Gracia de Barcelona pese a la presencia de los máximos mandatarios de la derecha -PP, Vox y Ciudadanos- y la llegada de decenas de autobuses provenientes de varios puntos de la geografía estatal. Las 300.000 personas que, según Societat Civil Catalana (SCC), se agolparon en la gran avenida del centro de la ciudad, rápidamente quedaron rebajadas a las 50.000 que cifró la Guardia Urbana.

Los grandes protagonistas de la marcha no fueron otros que los líderes del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y muy en particular Isabel Díaz Ayuso, aclamada con gritos de «presidenta!»; de Vox, con Santiago Abascal a la cabeza, así como la dirección de Ciudadanos, una formación muy debilitada pero que, a través de Societat Civil Catalana, intenta reflotar y mantener su arraigo en Catalunya.

Estampas de odio

Mientras todas las miradas se dirigían a ellos, entre el público no faltaron las pancartas demonizando a Pedro Sánchez y al presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, que desde Waterloo está coordinando las negociaciones con el PSOE para la investidura. Para ambos, se escucharon improperios del estilo «Puigdemont a prisión!», «Sánchez, mamón, tu amigo es Puigdemont!» o camisetas con el eslógan, «Que te vote Xapote!».

También desde el estrado, los representantes de Societat Civil Catalana, Elda Mata y Álex Ramos, tuvieron duras palabras para el secretario general del PSOE, a quien reprocharon haber «roto el espíritu de la Transición», y para Yolanda Díaz, a la cual criticaron por haberse reunido con Puigdemont en Bruselas. Aparte de Mata y Ramos, tomó la palabra el exalcalde de A Coruña Paco Vázquez, quien en línea con lo manifestado por Felipe González, Alfonso Guerra y varios barones del PSOE, exclamó que «nadie está por encima de la Constitución».

En este clima de exaltación culminó la enésima marcha de SCC, una plataforma que, tras un período de cierta equidistancia, se ha erigido en el principal ariete de los sectores más reaccionarios de Catalunya. Hace unas semanas, dando su apoyo a la iniciativa Escuela de Todos, surgida para acabar con el modelo de inmersión del catalán en la escuela; y ayer haciendo de escaparate de las posiciones de la derecha y la ultraderecha.