En esta su tercera película, Arantxa Echevarría se inspiró en las conversaciones que mantuvo con la hija de los propietarios de un bazar en Madrid dirigido por chinos. Estos encuentros llevaron a la cineasta a investigar y sumergirse en la vida de los chinos de segunda generación en Madrid, individuos que enfrentan la lucha contra la tradición, las normas y la cultura de un país de origen que apenas conocen. Al mismo tiempo, se ven rechazados en su país de nacimiento debido a cuestiones raciales.

La película presenta a dos protagonistas: Xiang, quien fue adoptada desde su infancia por un matrimonio acaudalado del Estado español -interpretados por Leonor Watling y Pablo Molinero-, y Lucía, que nació en Madrid y cuyos padres inmigrantes son dueños de un bazar en el barrio de Usera.

TRES NIÑAS

Desde el momento en que ambas niñas se cruzan en la escuela, se convierten en reflejos de su espejo vital que pone de manifiesto sus similitudes y diferencias. Ambas se encuentran en una encrucijada y cada una lo aborda desde su perspectiva única. Luchan internamente por descubrir quiénes son y a dónde pertenecen, tratando de entender sus raíces y cómo estas influyen en su día a día. Anhelan ser auténticas sin sentir que traicionan sus orígenes. Lo más relevante del filme radica en las interpretaciones que realizan las dos niñas, cuya naturalidad contrasta sobremanera con el tono que ha empleado la directora, la cual ha querido subrayar en escena un naturalismo que, por momentos, logra el efecto inverso de resultar un tanto artificioso. “Chinas” aborda una temática compleja e interesante, pero se pierde un tanto en cuanto entra a escena una tercera niña, la hija y hermana de una de las protagonistas, la cual padece una gran falta de cariño por parte de sus padres.