GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Inconsistencia incontinente


Empiezan a sobrar más de la mitad de las palabras que se dicen y se escriben sobre Gaza e Israel ya que hablan mucho mejor las imágenes, siempre selectivas, siempre formando parte de la propaganda y del discurso, que nos sirven de manera incesante en los medios de comunicación. La guerra es total, sin concesiones. Esperan los augures respuestas inmediatas para saber qué decir, porque se puede ir incendiando todo ese Oriente hasta que sea difícil identificarlo. Mientras se huele desde aquí a muerte y destrucción, a edificios derruidos de manera salvaje, cuando los uniformes forman parte de una danza macabra, las declaraciones de las personas interpeladas con cargos y demasiadas sombras nos describen una inmoralidad congénita sobre el valor de los muertos.

Puede que se haya abierto una cruenta partida de dominó geoestratégico, existiendo ramificaciones por toda la zona, con innegables enfrentamientos internos en el propio Israel, por lo que quienes solamente atendemos al espectáculo que se nos facilita en sesión continúa no sabemos otra cosa que esta terrible piel del monstruo de un odio milenario. ¿O estamos asistiendo a otra cosa diferente que no sabes detectar?

Lo que sí se puede detectar es la excesiva cantidad de personas circunstanciales de la pequeña política doméstica que asumen su papel de chinches partidistas capaces de decir las imbecilidades más abyectas con timbre nasal, una inconsistencia argumental vertida con una incontinencia verbal abrumadora que los retrata. Borja Mari y Cuca Gamarra son los actuales arietes de esta desvergüenza congénita.