Koldo LANDALUZE
CRÍTICA: «LA PATRULLA CANINA: LA SUPERPELÍCULA»

Perros al rescate

Respaldada por Paramount y Nickelodeon, esta prolongación de la exitosa serie de dibujos animados protagonizada por un grupo de cachorros que utiliza su habilidad en diferentes tareas para preservar la seguridad de su ciudad y sus habitantes, tiene como principal objetivo entretener al público más joven sirviéndose de los elementos que ya han asomado en el original catódico.

Esto es solo en lo concerniente a sus intenciones, porque la excusa principal que sustenta el filme radica en que los cachorros de perro amplificaran sus ya de por sí grandes dotes profesionales con una serie de superpoderes que adquiriran en cuanto un meteorito mágico caiga en su ciudad. Su transformación en superhéroes resulta lo menos atractivo dentro del conjunto de esta historia ya que tan solo cumple su misión de aportar ciertas dosis de espectáculo visual a una narración muy inocente y sin sorpresas.

Lógicamente, y al igual que ocurre en las produccciones Marvel o similares, aquí también nos topamos con villanos megalómanos. En esta ocasión, quien asume este rol es una científica obsesionada con las redes sociales, un acertado toque dedicado a las nuevas generaciones.

La historia transcurre entre canciones pop, cameos de celebridades y una inevitable moraleja en torno a la superación personal.

“La Patrulla Canina: La superpelícula” nunca pretende ser vista como una obra que pase a la historia por su originalidad.

Sobre su calidad técnica, se puede decir lo mismo ya que sus personajes, generados mediante ordenador, protagonizan sus aventuras en escenarios tridimensionales bastante correctos.

Un imaginario colorista y efectivo en el que los personajes “humanos” se conforman con un rol secundario.